La joven presa en Medellín regresa a España y es ingresada en la cárcel de Soto del Real
Su letrado pedirá el traslado de Alejandra a la prisión de Albolote (Granada), por encontrarse más cerca de su familia
La joven de Almuñécar (Granada) Alejandra Pozo Martín, que permanecía bajo arresto domiciliario junto a sus cuatro hijos en la ciudad colombiana de Medellín, regresó este jueves a España y fue trasladada a la cárcel de Soto del Real, en Madrid, para cumplir en su país el resto de la condena que se le impuso por narcotráfico.
Según ha informado a Europa Press su abogado, Gerardo Esteva, la joven se trasladó de Colombia a España en un vuelo regular custodiada por agentes de la Interpol y aterrizó en el aeropuerto de Barajas sobre las 12,00 horas de este jueves. A continuación, llegaron en otro vuelo sus cuatro hijos menores y su abuela, la madre de Alejandra, que desde febrero permanecía en Colombia cuidando de su hija.
Ahora, su letrado pedirá el traslado de Alejandra a la prisión de Albolote (Granada), por encontrarse más cerca de su familia, que vive en Almuñécar, donde ya se encuentra también su madre y sus cuatro hijos. "La familia está muy contenta, aunque la espera haya sido terrible", ha indicado Esteva, que ha explicado que a Alejandra le falta por cumplir aproximadamente la mitad de su condena.
Según su abogado, la joven se encuentra ahora mejor de salud y sus hijos menores vivirán con su abuela en Almuñécar, María Victoria Martín, la madre de Alejandra, que fue la que inició una campaña de recogida de firmas en 'change.org' para pedir que su hija cumpliera su condena en España, ya que vivía en "condiciones infrahumanas" y temía por su vida.
De su solicitud se hizo eco el Ayuntamiento de Almuñécar, que solicitó el pasado mes de marzo al Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación y al Ministerio de Justicia que agilizase los trámites para lograrlo. Finalmente, el Gobierno de España y el de Colombia dieron 'luz verde' a la solicitud de Alejandra, y su llegada ahora, de la que informa el diario 'Ideal', es la consecuencia de toda la movilización que inició su madre.
Según su madre, en 2012 su hija Alejandra se unió a la larga lista de españoles que, "desesperados por la crisis económica, cometieron el error de caer en las redes del narcotráfico", y ese año fue detenida en el aeropuerto de Rionegro con cuatro kilos y medio de cocaína en su maleta.
Tras pasar un año en una cárcel de Medellín, Alejandra vivió después bajo arresto domiciliario junto a sus cuatro hijos en una casa con condiciones "infrahumanas" y apenas tenía dinero para hacer frente a pequeños gastos y alimentar a sus niños, su estado de salud empeoraba cada día y sufría desnutrición.
Por eso, ella decidió trasladarse a Colombia para ayudar a su hija en lo posible, y viajó a Medellín. El estado de Alejandra, desde que su madre le acompañó, según su letrado, mejoró, y comenzó a recibir asistencia médica, con medicación y vitaminas para recuperarse.