La Junta insiste en que el equipamiento del Hospital del PTS está a la espera del informe del Estado

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E.P.
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La Junta ha insistido en que el equipamiento del nuevo Hospital del Parque Tecnológico de la Salud (PTS) está a la espera del informe de la Intervención General del Estado para conocer si la operación cumple con las normas de estabilidad presupuestaria.

El Gobierno andaluz ha respondido de este modo después de que el subdelegado del Gobierno, Santiago Pérez, haya negado que este expediente requiera la autorización del Ministerio de Hacienda, acusando por ello a la Junta de "mentir".

La Consejería de Hacienda ha subrayado que el Hospital del PTS es un proyecto de colaboración público-privada y requiere la autorización de la Intervención General de la Administración del Estado, dependiente del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas.

Por ello, ha enviado una consulta a la Intervención General de la Administración del Estado para conocer si el equipamiento del Hospital consolida deuda, "como determina la normativa de contratación pública y de estabilidad presupuestaria".

Esta consulta, según precisa el Gobierno andaluz, es el resultado del informe emitido por la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE) en 2012, que establecía que "una vez finalizado el proceso, el contrato deberá ser estudiado de nuevo con el fin de proporcionar una decisión técnica en cuanto al tratamiento de las operaciones en términos de contabilidad nacional".

Por ello, desde la Junta han instado al subdelegado a aclarar si desde el Gobierno central se mantiene al criterio expresado por la Intervención General del Estado y, en caso de que no sea necesario la autorización del Estado, lo comunique por escrito al Gobierno andaluz.

De hecho, la Consejería de Hacienda mantiene que remitió la citada consulta al Estado durante la segunda quincena del mes de mayo "en el marco de la estrecha cooperación que mantienen las intervenciones de las administraciones públicas", por lo que ha mostrado su "extrañeza" ante "la salida de tono del subdelegado", al que solicita que "no intoxique" las relaciones fluidas de colaboración que existen entre ambas instituciones.