La Junta protege como Conjunto Histórico el casco antiguo de Salobreña
La población granadina destaca por el valor paisajístico de su caserío blanco elevado sobre la llanura costera
El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía ha aprobado el decreto que inscribe en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, con la tipología de Conjunto Histórico, el casco antiguo de Salobreña (Granada).
La población destaca por los valores paisajísticos de su sinuosa trama urbana, adaptada a la topografía del promontorio que ocupa en su totalidad, y por la gran variedad de soluciones arquitectónicas que configuran la imagen de un denso caserío blanco elevado sobre la llanura costera.
A ello añade los valores históricos de edificaciones como la fortaleza islámica que domina el emplazamiento, los restos de la muralla medieval, las iglesias construidas tras la conquista cristiana a principios del siglo XVI o las residencias neoclasicistas de la burguesía azucarera del XIX.
El sector que se protege como conjunto histórico coincide prácticamente con el trazado de la muralla que rodeaba el promontorio y cuyos límites no fueron sobrepasados hasta la expansión urbana de mediados del siglo XIX por la llanura circundante. Se incluye así la cima donde se sitúa el castillo, toda la zona intramuros, parte de los arrabales y también el Tajo de Salobreña como elemento esencial de la imagen de la ciudad.
Además de este casco histórico, el decreto aprobado por el Consejo de Gobierno establece también una protección adicional en su entorno con el fin de preservar las perspectivas visuales del conjunto y su imagen característica.
Situada en una elevación sobre la antigua bahía del río Guadalfeo, en la actualidad colmatada, y con indicios de ocupación humana que se remontan al V milenio a.C., el enclave de Salobreña comienza a tomar relevancia en época fenicia y romana, cuando es mencionada como 'Salambina' por autores como Plinio El Viejo y Ptolomeo.
No obstante, su actual fisionomía se debe a la época medieval islámica, cuando entre los siglos X y XV se configura un conjunto urbano dotado de alcazaba y muralla, conocido en las fuentes árabes como 'Salawbaniya'.
La fortaleza, situada en la cima del promontorio y muy transformada por sucesivas transformaciones, es la imagen más simbólica y representativa de la población vista desde la distancia. De las murallas quedan algunos restos de torreones y del aljibe, situado en la actual plaza del mismo nombre.
Con la conquista cristiana se construyen edificios emblemáticos del nuevo poder político y religioso. Entre ellos, se conservan la Cárcel Real y la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Rosario, ambas del siglo XVI.
Con la expansión económica de la explotación de la caña de azúcar, en el XIX, la trama urbana supera los límites de la muralla y se construyen edificios neoclasicistas de la burguesía como la Casa Grande, la Casa del Rastro y la Casa Roja, prototipo esta última del palacete residencial unido a una factoría azucarera.
El desarrollismo inmobiliario de los últimos años del siglo XX y primeros del XXI provocó modificaciones en el conjunto histórico. No obstante, el sector central en torno a los edificios monumentales sigue conservando los rasgos arquitectónicos, urbanos y paisajísticos definitorios de Salobreña.