La lactancia puede proteger contra el dolor después de la cesárea

Una de cada cuatro madres que amamantaron durante dos meses o menos todavía experimentaron dolor crónico en el sitio quirúrgico

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Imagen ilustrativa de un parto | Archivo GD
EP
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La lactancia materna después de una cesárea puede ayudar a controlar el dolor. Las madres que amamantaron a sus bebés durante al menos dos meses después de la operación tienen tres veces menos probabilidades de experimentar dolor persistente en comparación con las que amamantaron durante menos de dos meses, según una nueva investigación que se presenta en el Congreso de Euroanaestesia, organizado por la Sociedad Europea de Anestesiología, que se celebra este año en Ginebra, Suiza.

Las cesáreas representan alrededor de una cuarta parte de todos los nacimientos en Reino Unido, Estados Unidos y Canadá. El dolor crónico (que dura más de tres meses) después de la cesárea afecta a alrededor de una de cada cinco madres. Está ampliamente aceptado que la leche materna es la nutrición más importante y adecuada en la primera infancia, y la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Departamento de Salud de Reino Unido y el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos recomiendan la lactancia exclusiva hasta los seis meses de edad, pero hasta ahora, se ha sabido poco sobre el efecto de la lactancia materna en la experiencia de dolor crónico por parte de una madre después de la cesárea.

El estudio, realizado por la doctora Carmen Alicia Vargas Berenjeno y sus colegas del Hospital Universitario Nuestra Señora de Valme, en Sevilla, incluyó a 185 madres que se sometieron a una cesárea en el hospital entre enero de 2015 y diciembre de 2016. Los autores entrevistaron a las madres sobre sus patrones de lactancia materna y el nivel de dolor crónico en el sitio quirúrgico en las primeras 24 y 72 horas después de la cesárea y nuevamente cuatro meses después.

Los investigadores también analizaron el efecto de otras variables sobre el dolor crónico, como la técnica quirúrgica, el dolor en las primeras 24-72 horas, la educación y ocupación materna y la ansiedad durante la lactancia. Casi todas (87 por ciento) las madres en el estudio amamantaron a sus bebés y más de la mitad (58 por ciento) dijeron haber dado el pecho durante dos meses o más.

Los hallazgos mostraron que aproximadamente una de cada cuatro (23 por ciento) madres que amamantaron durante dos meses o menos todavía experimentaron dolor crónico en el sitio quirúrgico cuatro meses después de la operación, en comparación con sólo el 8 por ciento de las que amamantaron durante dos meses o más. Estas diferencias fueron notables incluso después de ajustar por la edad de la madre.

LA ANSIEDAD, VINCULADA CON DOLOR CRÓNICO TRAS LA CESÁREA

Un análisis más detallado mostró que las madres con educación universitaria eran mucho menos propensas a experimentar dolor persistente en comparación con aquellas que tenían menos formación. Los investigadores también encontraron que más de la mitad (54 por ciento) de las madres que amamantaron dijeron haber sufrido ansiedad.

Los autores concluyen que "estos resultados preliminares sugieren que la lactancia durante más de dos meses protege contra el dolor crónico post-cesárea, con un aumento de tres veces en el riesgo de dolor crónico si la lactancia materna se mantiene sólo durante dos meses o menos". "Nuestro estudio aporta otra buena razón para alentar a las mujeres a amamantar. Es posible que la ansiedad durante la lactancia materna pueda influir en la probabilidad de dolor en el sitio quirúrgico cuatro meses después de la operación", subrayan.

Los autores están analizando datos adicionales de mujeres entrevistadas entre noviembre de 2016 y enero de 2017, los cuales, cuando se combinaron con datos de todas las otras mujeres, mostraron que la ansiedad está asociada con dolor crónico post-cesárea de una manera estadísticamente significativa.