La lluvia no quitó la ilusión de los granadinos de ver a los Reyes Magos (Vídeo)
La noche más especial del año terminaba con fuegos artificiales así como con confeti que se mezclaba con la lluvia
Con los ojos de muchos granadinos mirando al cielo, la Cabalgata de los Reyes Magos de Granada salía del Centro Cultural de Gran Capitán a la hora fijada, a las 17.30. Poco tardaron los paraguas en hacer su presencia en la Calle San Juan de Dios, y no para la famosa táctica de recoger caramelos con ellos, sino para ponerse bajo su cobijo, ya que el pronóstico meteorológico empezaba a cumplirse antes de las 18h: llovía en Granada.
Pero esas primeras gotas no impidieron que la Cabalgata de Granada se abriese paso por la Calle San Juan de Dios dirección Triunfo para repartir los 15.000 kilos de caramelos que el ayuntamiento de Granada había previsto para tirar desde las carrozas, 21 carrozas, cuatro de ellas nuevas. Así, avanzaba las comitivas regalando esos bocados dulces que esbozaban sonrisas en pequeños y grandes.
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Claudia, agarrada al brazo de su padre, miraba con la boca abierta, y algunas gotas resbalándose por las mejillas al ver a su Majestad Gaspar. “Es la primera vez que la ve”, comenta a Granada Digital su padre, resguardando a la pequeña de cuatro años bajo el paraguas. Para Marcos, su otro hijo, no era la primera vez. “Yo le he pedido a Baltasar un coche”, nos comenta Marcos, un granadino de 7 años al que la lluvia parecía no molestarle en absoluto.
En la fila de enfrente, una pareja llevaba a su bebé en un carricoche. El bebe tiene 7 meses.“Nos vamos a tener que marchar porque no creo que él se entere de lo que está pasando”, nos comenta risueña la madre, quien había acudido a la Cabalgata para que su pequeño se palpara de la ilusión que desprende esta noche tan especial para todos los niños. Los pequeños, sin miedo, se agachaban a recoger todos los caramelos que cabían en sus manos y, alguno que otro, recibía algún ‘caramelazo’ en la cabeza.
Tampoco fue raro ver a los mayores faenados en el suelo acaparando espacio para coger caramelos. Juan y Macarena, una pareja granadina, acudía a la Cabalgata también. “Me gusta verla porque me recuerda mucho a mi abuelo, quien me traía a verla”, responde Macarena, con cierto halo de nostalgia en su mirada. La cabalgata estaba precedida de la Agrupación Musical Virgen de las Angustias, la compañía ‘Teatro para un Instante’ y la banda de la Estrella, del Cautivo y de Jesús Despojado, que acompañaban las comitivas de Melchor, Gaspar y Baltasar, respectivamente.
LA LLUVIA APRETÓ
Media hora tardaron en llegar a Gran Vía. Allí ya la lluvia empezaba a apretar y en las aceras empezaban a florecer paraguas de todos los colores. Las comitivas seguían su paso y, pese a que la lluvia ya empapaba, las sonrisas seguían presentes en todo el séquito que acompañaba a los Reyes Magos de Oriente a su paso por Granada. A eso de las 19h, la Plaza del Carmen estaba ya ansiosa por ver llegar a Melchor, Gaspar y Baltasar. Los granadinos aguantaron el tirón debajo de la lluvia por más de media hora. “Yo hasta que no los vea llegar, no me voy”, comentaba una señora a otra que tenía al lado “Después de hora y media aquí... Me espero”, sentenciaba la mujer.
Agarrada a unos barrotes de unas vallas de protección, una niña gritaba el nombre de Baltasar. “Yo no me he portado muy bien pero siempre me traen algo”, aseguraba la niña con cara de haber roto más de un plato en su corta vida.
A las 19.15h, el alcalde de Granada, José Torres Hurtado, sacaba su paraguas para ir a recibir a los Reyes Magos que fueron, poco a poco, en un intervalo de diez minutos, llegando al consistorio granadino. Con la lluvia de fondo, la Banda Municipal dedicó ‘Granada’a sus Majestades. Después de regalar besos y caricias a los granadinos concentrados en el interior del Ayuntamiento, los Reyes visitaron el Belén Municipal.
Pocos minutos después, el duende Fermín (el actor Pepe Cantero) recibía a SS.MM los Reyes de Oriente, y los guiaba hasta el balcón del consistorio donde los presentó al ‘pueblo’ granadino. Abajo, se escuchaba el clamor de muchos granadinos que llevaban ya más de una hora bajo intensa lluvia.
La noche más especial del año terminaba con fuegos artificiales así como con confeti que se mezclaba con la lluvia. Tras esto, los Reyes Magos abandonaron el Ayuntamiento para ponerse manos a la obra y empezar su recorrido dejando ilusión y regalos en las casas de los granadinos.