La lucha contra la discriminación en Granada comienza con los jóvenes
Más de 50 miembros de la comunidad universitaria acuden a la II Jornada de Voluntarios contra todo tipo de Discriminación organizada por UGR Solidaria organiza
La discriminación es un problema presente en el día a día de casi cualquier persona, una barrera que en ocasiones ni siquiera resulta perceptible y que ocasiona que ciertas personas -e incluso colectivos en muchas ocasiones- reciban un trato diferente al que debieran. Con el fin de acabar con esto, la Universidad de Granada ha impulsado la II Jornada de Voluntarios contra todo tipo de Discriminación desde su área UGR Solidaria, una velada que se enmarca dentro del proyecto ‘Doce meses, doce causas’.
Así, más de cincuenta miembros de la comunidad universitaria asistieron al evento. Aunque había presentes miembros del servicio de Personal de Administración y Servicios (PAS) y del de Personal Docente e Investigador (PDI), la jornada contó con la participación mayoritaria del alumnado.
Con este acto, que repite tras el éxito de la edición pasada, se da el primer paso para acabar con el muro de la desigualdad. Los alumnos asisten a una jornada en la que se habla de la discriminación en todas sus vertientes y se aborda con detenimiento las diferentes vías a través de las que se puede producir para tratar de implicarles en la lucha contra este problema a través del voluntariado.
Para incentivar que los estudiantes den el paso definitivo hacia dedicar su tiempo a labores sociales, desde la UGR se otorgan tres créditos ECTS a aquellos que asistan a la jornada y realicen actividades de voluntariado con algunas de las muchas asociaciones adscritas al programa impulsado por el Vicerrectorado de Responsabilidad Social, Igualdad e Inclusión de la Universidad de Granada.
Seis colectivos diferentes facilitan el acceso de los alumnos al mundo del voluntariado, además de comparecer para explicar la discriminación que sufren desde sus respectivos puntos de vista. La asociación Diálogo y Acción; FEGRADI, especializados en discapacidad física; Granabip, centrada en la bipolaridad; la Fundación del Secretariado Gitano, en torno a la etnia; la Liga Granadina de la Educación y la Cultura Popular, con especial atención a la diversidad sexual; y, finalmente, la asociación Almanjáyar en Familia (ALFA), centrada en las creencias religiosas.
"A veces no nos damos cuenta de cosas que pueden hacer mucho daño a otros", señalaba una de las asistentes que espera comenzar pronto labores de voluntariado, "aunque se ha avanzado mucho, se sigue discriminando a la gente solo por el color de su piel o su sexo". Coincidían con estas ideas varios de los asistentes, con especial hincapié en "lo fácil que puede llegar a ser menospreciar a gente", según señalaba otro de los alumnos que acudieron a la jornada.
Así, con el objetivo en mente de acabar con "una barrera que nos diferencia más", tal y como apuntó el director de UGR Solidaria Juan Carlos Maroto, el evento trató de "buscar lo que nos une y no lo que nos diferencia" para poner la primera piedra de lo que esperan que sea un puente capaz de unir al personal universitario con las diferentes personas que sufren algún tipo de discriminación. Entre ellas, destacaron especialmente las necesidades de los vecinos del distrito Norte de la ciudad, que sufre "discriminación territorial" en palabras de Jemi Sánchez, concejala de Derechos Sociales, Educación y Accesibilidad del Ayuntamiento de Granada.
Ahora, en este distrito y en otras muchas zonas de la ciudad, comenzarán actividades de voluntariado para intentar facilitar la vida a personas que hasta el momento sufrían algún tipo de discriminación. La lucha contra este problema ha comenzado en Granada, y la base son los jóvenes de la ciudad, impulsados por los distintos colectivos y la Universidad de Granada.