La maldición vasca frena la racha de victorias del Coviran Granada (74-80)

Las continuas pérdidas mataron a los rojiverdes, que llevaban seis triunfos consecutivos, ante un Sammic con gran claridad en su juego y un Semple espectacular

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Los jugadores del Coviran aplauden a su afición tras la derrota ante Sammic | Foto: Daniel Sánchez-Garrido
Daniel Sánchez-Garrido | @Danisgr
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Era un día grande en el Palacio de Deportes de Granada. Siempre que juega el Coviran, los aledaños de la Avenida Andrés Segovia pintan rojiverde y los autobuses se inundan de bufandas con el escudo de la Fundación.

Y es que más de cuatro mil almas juegan con su Granada. Una vez más, la afición de la Fundación CB Granada se supera. No era para menos, el partido merecía un aire especial. El Sammic ISB, el tercer clasificado, amenazaba la cancha nazarí, la séptima victoria consecutiva y un 2016 inmaculado para los de Pablo Pin. Se trataba de un duelo directo para ambos, que se terminó decantando para los de Azpeitia. La maldición vasca continua haciendo mella en los andaluces, que tan solo ha ganado uno de los cinco enfrentamientos que ha tenido hasta ahora frente a equipos del País Vasco (ante Zornotza en el Palacio).

El Coviran Granada comenzó el partido con el aliento de su afición en cada jugada. Eso permitió el desatino de los visitantes, muy fallones entre un ambiente hostil. El entrenador de los vascos era el fiel espejo de sus jugadores. Irritado en cada acción, descontento con cómo estaba comenzando el encuentro.

Estos primeros diez minutos se decidieron por el acierto desde la línea de tres de los rojiverdes, que anotaron cuatro de los cinco triples que intentaron. El Sammic no fue tan preciso, apuntándose tan solo dos de los seis lanzamientos que hicieron. El resultado de estos primeros diez minutos era 22-18.

Sammic ISB aceptó el reto que le planteó el Coviran y se conecto al partido liderado por un espectacular Jordan Semple. El ’45’ de los vascos lo metió prácticamente todo en el segundo cuarto. Semple fue la antítesis de los rojiverdes que tardaron seis minutos en parar la sangría de puntos de los de Azpeitia, que consiguieron un parcial de 14-0 (24-32).

Fue Berni, con un 2+1, quien paró el rodillo vasco a falta de 3:56 para el descanso (27-32). La Fundación tan solo había sumado dos puntos en los primeros seis minutos del segundo cuarto. La claridad de juego de los guipuzcoanos provocó muchos fallos en las perdidas (10 en el primer tiempo) y precipitación en el tiro. Desde el tiro libre, los números no mejoraban con un pobre bagaje de 2 de 7.

La baja de John Schoof por problemas de ‘mareos’ se notó en algunos tramos del encuentro, en los que el estadounidense brinda de una frialdad necesaria al equipo. A pesar de todo ello, el Coviran se repuso y se fue al tercer cuarto muy vivo en el partido, con cinco de desventaja y un resultado en el luminoso de 33-38.

Frenético comienzo del tercer cuarto por parte de ambos con baloncesto de muchísimo nivel. Revolucionados Coviran y Sammic. Iván Martínez lo bordaba y Semple replicaba. Cuando más igualada estaba la contienda, una pérdida no forzada de Jorge Fernández maltrataba a los rojiverdes con un electrónico que se volvía a poner cinco arriba para Sammic.

En ese marco apareció la figura de un actor que no suele ser protagonista. Edu Pérez de la Blanca entró en los instantes finales de este tercer cuarto, y lo hacía con un robo clave de balón y rebote de dos puntos para irse a los diez minutos decisivos con 53-55 en el marcador.

El último cuarto prometía poner el un punto y final apasionante y épico para el ganador final. La igualdad era tremenda por parte de ambos. La balanza no se desnivelaría hasta el último segundo de partido. Berni Castillo puso el éxtasis en la grada nazarí en el ecuador del cuarto con dos canastas seguidas, que pusieron el 61-57 en el marcador, con la Fundación mandando de nuevo (no lo hacía desde el primer cuarto).

El Sammic, muy correoso, se marchaba de siete en el marcador a falta de 1:35 para el final con un parcial de 8-0 (66-71). Las pérdidas mataban al Coviran en los últimos instantes, como en casi todo el partido. Berni Castillo fue el principal protagonista rojiverde de los últimos diez minutos, y todo el partido (30 puntos). Desde dos y desde tres se mostraba imparable, algo que dio esperanzas a las posibilidades de victoria local, las mismas que se diluyeron en el acierto desde tiro libre de Sammic.

El Coviran frena su racha de seis victorias consecutivas con la cabeza alta ante un gran Sammic, pero con la sensación de que el triunfo se ha marchado más por errores propios (23 pérdidas, nueve más que su rival) que por el acierto del rival. Las opciones de ascenso directo se complican, y a la espera de resultados de los rivales más directos.