La ministra de Exteriores de Kenia considera "adecuada" la respuesta al ataque
Mohamed ha admitido que un sólo muerto ya es "demasiado" para Kenia y ha prometido que el Gobierno trabajará para expulsar a los terroristas
La ministra de Exteriores de Kenia, Amina Mohamed, ha defendido que la respuesta de las autoridades al ataque perpetrado por Al Shabaab contra la Universidad de Garissa fue "adecuada" y ha asegurado que las autoridades respondieron de forma "rápida".
"No se puede decir que la respuesta fue lenta", ha alegado la ministra, en una entrevista con la CNN en la que ha defendido que las autoridades tomaron "una acción muy rápida" en cuanto conocieron el jueves el ataque, que concluyó con 147 muertos.
Una fuente policial citada por la cadena estadounidense ha asegurado que la falta de transporte retrasó varias horas la llegada a la zona de un equipo de fuerzas especiales, hasta el punto de que llegaron antes periodistas residentes en Nairobi.
"Obviamente, cuando los padres sufren y el país está de luto, siempre es fácil caer en cosas como esa", ha zanjado la ministra keniana, que ve fácil hacer este tipo de análisis "a posteriori". "Hicimos todo lo que pudimos", ha apostillado.
Mohamed ha admitido que un sólo muerto ya es "demasiado" para Kenia y ha prometido que el Gobierno trabajará para expulsar a los terroristas, también "donde viven", en alusión a la presencia de Al Shabaab en la vecina Somalia.
ASALTO AL CAMPUS DE GARISSA
El pasado jueves miembros de Al Shabaab asaltaron la Universidad de Garissa haciéndose pasar por fieles que iban a rezar a la mezquita del campus. Los milicianos tomaron como rehenes a decenas de estudiantes cristianos en una crisis que duró varias horas y que se saldó con 147 muertos.
Al Shabaab ha reivindicado la autoría de este ataque explicando que se trata de una respuesta a la intervención militar keniana en Somalia. La secta islamista ha amenazado con provocar "un baño de sangre" en el país vecino.
Al Shabaab ya asaltó el 21 de septiembre de 2013 el centro comercial Westgate de Nairobi, que se saldó con 72 muertos y unos 200 heridos. Entonces también liberó a los rehenes musulmanes y retuvo a los cristianos hasta el fin de la toma.