La misión de la OTAN en Afganistán conseguirá un nuevo impulso en poco tiempo

El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, declaró este martes que la misión de la Alianza en Afganistán ganará un nuevo impulso a corto plazo, y afirmó que confía en que la OTAN pueda comenzar el año que viene a transferir más responsabilidad en cuestiones de seguridad a las fuerzas afganas, lo que permitiría a la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF) ocupar un papel mayor de apoyo.

El aumento de las bajas a lo largo de este año que ha sido uno con los enfrentamientos más violentos contra los talibán desde que fueron derrocados en 2001 ha dañado el apoyo hacia la guerra en algunos países de la OTAN. Rasmussen indicó que entiende las preocupaciones de las diferentes sociedades por el coste de la misión de la Alianza y su dirección.

"Pero la gente debería tener la seguridad de que pronto se conseguirá un nuevo impulso", indicó durante un discurso en la Asamblea Parlamentaria que celebra la OTAN en la ciudad escocesa de Edimburgo. "En pocas semanas, espero que decidamos, en la Alianza, sobre el enfoque de la misión, así como los niveles necesarios de tropas, para que nuestra misión salga adelante", afirmó Rasmussen.

"Confío en que será un enfoque de contrainsurgencia, con un número sustancial en el incremento de tropas, y situaremos a la población afgana en el centro del esfuerzo colectivo de la ISAF, centrándonos en su seguridad y apoyando la reconstrucción y el desarrollo", aseguró.

Además, Rasmussen pidió a los gobiernos de la OTAN que conceda más recursos militares, incluidas tropas de combate adicionales para la ISAF y más soldados para acompañar y entrenar a las fuerzas de seguridad afganas.

El presidente estadounidense, Barack Obama, está sopesando diferentes opciones para aumentar los niveles de tropas estadounidenses en el país centroasiático. Las opciones propuestas oscilan entre los 10.000 y los 40.000 efectivos adicionales. En la actualidad, unos 68.000 soldados estadounidenses y 40.000 aliados están desplegados en Afganistán.

Rasmussen lamentó también que los costes de la operación afgana sean altos, pero aseguró que los costes de abandonar serán "mucho, mucho mayores". "Por este motivo tenemos que seguir con el curso de la misión y construir sobre el progreso considerable que hemos hecho hasta ahora", aseveró.

Si la OTAN se marcha de Afganistán, "Al Qaeda volverá inmediatamente (...), y la inestabilidad se extenderá por el centro de Asia", según Rasmussen. "Tendrían un santuario desde el cual lanzar su estrategia de una yihad mundial, una estrategia que se dirige primero y en primer lugar contra nosotros", indicó.