La moción en su momento y el momento de la moción
No es descartable que el día que Sebastián Pérez envíe la carta anunciada a Luis Salvador el cartero la devuelva por falta de destinatario conocido. El presidente provincial del PP habló de una misiva "al secretario provincial de Ciudadanos", pero el cargo de la persona a la que se dirige es de portavoz provincial. Un cartero tiquismiquis y la iniciativa de los populares como mínimo sufrirá un retraso.
Mejor así: tendría el PP más tiempo para reflexionar sobre la conveniencia de plantear en estos momentos una moción de censura contra el alcalde socialista Francisco Cuenca. Por mucha minoría que tenga el grupo en el gobierno municipal no existe en la ciudad una tensión, un run-run, una demanda en ese sentido. Más bien es el PP el que, con anuncios como el esbozado por Pérez, pretende mantener tal posibilidad gravitando sobre la política local como un futurible latente que en cualquier momento podría hacerse realidad.
Ese futurible podría venir de la mano de un auto judicial que mantuviese imputado al alcalde en el caso que investiga un juzgado de Sevilla y por el que ya declaró Cuenca, relacionado con supuestas irregularidades en contrataciones durante su etapa como delegado provincial de la Consejería de Innovación. Si la resolución del juez continúa la investigación en la persona del ahora alcalde la situación de Cuenca al frente del Ayuntamiento se tambalearía y así lo recordó una vez más Luis Salvador en su respuesta a Sebastián Pérez. Así se han pronunciado en el Pleno municipal no solo Ciudadanos sino también Podemos e Izquierda Unida y -no digamos- el PP. El propio alcalde, preguntado por esa posibilidad cuando saltó a la prensa su imputación lo dijo: "Habría que replantearse las cosas".
Esa respuesta del alcalde y las afirmaciones en pleno han pasado incomprensiblemente desapercibidas para la prensa local pese a ser una posibilidad del todo abierta. Que un nuevo auto judicial prolongase la investigación sobre Cuenca no tiene por qué significar automáticamente una moción de censura en su contra, pero sí que estrecharía al máximo los márgenes de actuación de un gobierno local en minoría minorísima llegado ese caso, pues sí que marcaría una retirada total de apoyos por parte del resto de los grupos, como así han anunciado. En ese escenario sí que se podría producir un relevo en la alcaldía no de color político, pero sí de persona. Es otra posibilidad abierta...
Entretanto, el anuncio de Pérez no deja de ser un juego floral a la busca de facilones titulares de prensa que ya ese mismo día parecieron volverse en su contra. A la vista de las reacciones ni siquiera creo que se remita la carta, sabiendo ahora cuál sería la respuesta. Y, además, porque ni siquiera el PP local vive su mejor momento, derivado de la tensión precongresual en la que se debatirá la presidencia provincial, con una división palpable en el grupo municipal, como quedó de manifiesto en el último pleno. Pasado aquel trago, ha habido reuniones de grupo desde aquel día a las que no se ha invitado a todos los concejales. ¿De verdad cree Sebastián Pérez que la situación aconseja una iniciativa de tal calado?