La montaña marca el ritmo de trabajo en el operativo de rescate de Julen
Se ha excavado metro y medio de galería y han necesitado hasta el momento tres microvoladuras, un proceso que supone más de dos horas de trabajo
El portavoz de la Guardia Civil de Málaga, Jorge Martín, ha explicado este viernes las tareas que continúa realizando el operativo de rescate de Julen, el niño que hace 12 días cayó a un pozo de 25 centímetros de diámetro y 110 metros de profundidad en el municipio malagueño de Totalán, incidiendo en que la montaña es la que está marcando el ritmo de trabajo, dada su extrema dureza.
Así, ha explicado que se ha alcanzado ya el metro y medio de excavación horizontal por parte de los efectivos de la Brigada de Salvamento Minero de Hunosa y que se han necesitado hasta el momento tres microvoladuras, que desde que se inician hasta que concluyen necesitan más de dos horas.
No ha dado plazos, pero ha insistido en que es la montaña la que "marca el ritmo de trabajo", reiterando que "hay muchas complicaciones en el terreno" y que se están encontrando con material "extremadamente duro", al igual que ocurrió con la perforación vertical efectuada antes de esta fase.
Martín ha informado también de que el helicóptero de la Guardia Civil que está en la finca de Totalán ha despegado en dirección a Sevilla para traer más material explosivo por si es necesaria su utilización y para que en ningún momento se queden sin provisión en la zona.
También ha dejado claro que el ánimo entre el operativo, compuesto por 26 efectivos de la Brigada, la Guardia Civil y el Consorcio Provincial de Bomberos, es "igual de alto" que este jueves, cuando iniciaron la bajada.
En cuanto a las microvoladuras, ha explicado el proceso. Así, ha indicado que dos mineros perforan en la roca distintos agujeros, ascienden a la superficie y son relevados por dos guardias civiles especialistas en espeleología y voladuras, que son los que introducen las cargas, previamente preparadas por el grupo de desactivación de explosivos. Una vez que todos los efectivos están en la superficie, se detonan.
Según el portavoz, todo ese proceso lleva aproximadamente una hora y media, pero posteriormente hay que esperar otros 30 o 40 minutos para extraer el aire contaminado y gases de abajo; por lo que desde el principio de las microvoladuras hasta el final hay más de dos horas, ha apuntado.
"INYECTADA LA ESPERANZA"
El delegado del Colegio de Ingenieros de Minas de Málaga, Juan López Escobar, ha asegurado que los trabajos "están siendo duros pero no improvisados", incidiendo como han dicho los anteriores, en que los efectivos siguen trabajando con ánimo.
"Tienen inyectada la esperanza de sacar a Julen con vida y siguen con ese ánimo y eso es lo que les mueve", ha manifestado López Escobar, quien ha querido tranquilizar al señalar que el uso de explosivos en minería "es algo habitual", apuntando que las están realizando "verdaderos expertos".
Respecto a la introducción de una cámara ha indicado que "no es un procedimiento minero y me parece poco probable", apuntando que "es más un deseo de tener información porque todos quisiéramos ver qué hay dos metros más allá y eso nos hace pensar soluciones que de momento no las veo probable".
Por su parte, el presidente del Consorcio de Bomberos de Málaga, Francisco Delgado Bonilla, también ha indicado en declaraciones a los periodistas que el operativo mantiene el ritmo de trabajo y ha esperado que "el terreno ayude un poco", ya que hasta ahora, ha incidido, "hemos tenido muchas adversidades y dificultades".
Asimismo, ha destacado la coordinación existente y que "ante una dificultad siempre ha habido una solución", recordando que la seguridad ha sido un aspecto fundamental desde el principio de los trabajos desarrollados para llegar hasta el pequeño.