La mortalidad por ahogamientos en el medio acuático se reduce un 17% en los 10 últimos años
Sin embargo, el número de mujeres que fallecen por esta causa no ha disminuido e incluso ha aumentado ligeramente
En los últimos 10 años se ha reducido en torno a un 17 por ciento la mortalidad por ahogamientos en medio acuático, mientras en 2006 murieron 520 personas, en 2015 fueron 430 las fallecidas por ahogamiento en medio acuático, según destaca en un comunicado el Ministerio de Sanidad, con motivo del lanzamiento de las recomendaciones sanitarias para este verano.
"Esta reducción se ha producido sobre todo en el número de hombres fallecidos, que por otro lado son los que presentan mayores tasas de mortalidad", explica Sanidad atendiendo a los datos del Instituto Nacional de Estadística, donde queda patente este descenso. Así, el número de hombres fallecidos que ha pasado de 432 en 2006 a 334 en 2015.
Sin embargo, el número de mujeres que fallecen por esta causa no ha disminuido e incluso ha aumentado ligeramente, mientras que en 2006 fallecieron 88 mujeres, en 2015 han sido 96 las mujeres fallecidas. En el caso de los niños y jóvenes menores de 20 años, se ha observado también un descenso progresivo, con algunos incrementos aislados, en el número de fallecidos desde 2006 donde la cifra de fallecidos fue de 60 hasta 2015 con una cifra de 43 fallecidos.
600 PERSONAS HOSPITALIZADAS
La mortalidad aumenta cuando se añade la cifra de fallecidos por a accidentes ocurridos en medios de transporte por agua (embarcaciones, motos acuáticas, etc) o imprudencias. Así, el número se incrementa con 28 casos mas hasta los 458 fallecidos, de ellos 18 corresponden a accidentes ocurridos en medios de transporte por agua (embarcaciones, motos acuáticas, etc), otros 4 fallecieron por traumatismo causado por zambullida y de los 6 restantes ahogados no se conocen las causas.
En cuanto al sexo, de los 430 ahogados por sumersión accidental, 334 eran hombres y 96 mujeres. Respecto a la edad, el 43% de los fallecidos por ahogamiento accidental (184 personas, 127 hombres y 57 mujeres) tenían 65 años o más. Además, 43 de los fallecidos (33 chicos y 10 chicas) eran niños o jóvenes menores de 20 años.
De los 430 fallecimientos por sumersión accidental, 45 personas murieron en una piscina, de las que 14 eran niños menores de 10 años. En aguas naturales (playas, ríos, pantanos, etc.) fallecieron 189 personas. En el resto de los casos, no se ha registrado donde ocurrió el accidente.
Además de los ahogamientos, todos los años se producen casos de traumatismos craneoencefálicos y lesiones medulares, generalmente provocadas por imprudencias, como tratar de zambullirse desde gran altura. En ocasiones, además, el consumo de alcohol u otras sustancias está asociado a estos comportamientos.
En 2015, 600 personas fueron hospitalizadas en relación con un ahogamiento no fatal, de ellas 203 eran personas de 65 y más años y 212 eran menores de edad y, de estos, 177 eran niños menores de 10 años. En relación a las causas, en 81 casos el cuasiahogamiento se produjo por saltar o tirarse de cabeza al agua y, de estos, 19 sufrieron una lesión medular.
ALGUNAS RECOMENDACIONES
Como todos los años, el Ministerio lanza una serie de recomendaciones como asegurarse de que la piscina cuenta con las adecuadas medidas de seguridad como (socorrista, cercado perimetral) para que sus hijos pequeños no pueden acceder libremente; o que la vigilancia de los niños menores es responsabilidad de los tutores o padres.
Recuerda que hay que vigilar a los menores en todo momento cuando estén en el agua o jugando cerca de ella, y no delegue esta responsabilidad en un niño más mayor; si no sabe nadar o no nada bien utilice un chaleco salvavidas para bañarse o practicar un deporte acuático. Los flotadores hinchables no son recomendables.
En la playa recuerda que hay que respetar el significado de las banderas; bañarse en playas con vigilancia y respete siempre las indicaciones de los socorristas; y no sobreestimar su condición física ni su capacidad para nadar.
En el mar, si se encuentra cansado o tiene dificultad para volver, nade de espaldas moviendo las piernas solamente hasta llegar cerca de la orilla. Y recuerda que en zonas donde esté prohibido el baño no se puede bañar nadie.
También recuerda que el consumo de alcohol antes del baño disminuye la capacidad de reacción ante un peligro y puede propiciar conductas que pueden poner en riesgo nuestra salud; que bañarse de noche es muy peligroso; que tirarse de cabeza desde una gran altura, en lugares de poca profundidad o sin conocer si existe algún obstáculo en el fondo puede producir lesiones muy graves; y que hay que salir del agua al primer signo de cansancio o frío.