La obesidad, principal obstáculo para una salud sexual masculina plena
Los expertos en salud sexual masculina insisten en la importancia de cuidar las rutinas diarias y, “en estar atentos a las dificultades que puedan surgir durante las relaciones sexuales para mantener una erección"
La obesidad, así como un estilo de vida poco saludable, caracterizado por el sedentarismo o el consumo de alcohol y tabaco, constituye un obstáculo para tener una salud sexual masculina plena. Así lo advierten los expertos de Boston Medical Group (BMG) que, con motivo del Día Mundial de la Salud Sexual que se celebra este lunes, ha elaborado un Decálogo de Enemigos de la Salud Sexual Masculina para concienciar sobre la importancia de seguir unos hábitos que faciliten la erección y garanticen una salud sexual plena.
Según datos de BMG, el 67% de los pacientes con disfunción eréctil tiene obesidad. Por otro lado, uno de cada cinco tiene hipertensión o colesterol alto, el 30 % fuma y el 47% consume alcohol de forma eventual, según datos recopilados entre 16.000 pacientes. “Es importante seguir un estilo de vida saludable y tener en cuenta que, aunque la disfunción eréctil es una patología que aunque tiene mayor prevalencia a partir de los 40 años, puede aparecer a cualquier edad, por lo que unos malos hábitos como la mala alimentación y el consumo de tóxicos, pueden adelantar su aparición”, asegura el doctor José Benítez, director médico de Boston Medical Group en España. Una investigación publicada este mes en Current Opinion in Urology vincula los casos de disfunción eréctil con la obesidad, el mal control glucémico, la hiperlipidemia y la hipertensión. Además, un anterior trabajo español publicado en Actas Urológicas Españolas concluye que los niveles de testosterona son significativamente más bajos en pacientes con obesidad, diabetes o hipercolesterolemia.
Los expertos en salud sexual masculina insisten en la importancia de cuidar las rutinas diarias y, “en estar atentos a las dificultades que puedan surgir durante las relaciones sexuales para mantener una erección. Tiene solución y, además, puede ser un síntoma de una enfermedad de tipo cardiovascular o metabólica que aún no está diagnosticada y que es preciso tratar”, asegura el doctor Benítez. Lo importante, destaca este experto, es “consultar con un especialista lo antes posible para que realice un correcto diagnóstico, determine cuál es el origen del problema y estudie el mejor tratamiento a seguir para cada caso”.
Por todo ello se aconseja seguir unos hábitos que ayuden a reducir el riesgo cardiovascular y contribuyan a facilitar una erección de calidad. “Uno de ellos es la práctica moderada y regular de deporte, pues activa la circulación sanguínea necesaria para conseguir la erección”, comenta el doctor Benítez. Además, será preciso incluir en la dieta frutas y verduras, tomar una cantidad reducida de azúcar, no consumir alcohol, tabaco u otras drogas, así como “procurar una vida libre de estrés y preocupaciones, pues la ansiedad y la tensión con la que se suele vivir propician este tipo de problemas”, añade.
Decálogo de Enemigos de la Salud Sexual Masculina
Los expertos de Boston Medical Group han elaborado el siguiente Decálogo de Enemigos de la Salud Sexual Masculina con motivo del Día Mundial de la Salud Sexual que se celebra el 4 de septiembre:
- Dieta poco saludable: las dietas ricas en grasas y azúcar, además de favorecer patologías como la obesidad y la hipertensión, disminuyen la energía en el hombre, lo que afecta a la circulación sanguínea y, por tanto, a la salud sexual masculina.
- Obesidad: el exceso de peso y la obesidad están relacionados con trastornos metabólicos que desembocan en patologías vinculadas con la disfunción eréctil, como la diabetes o la hipertensión.
- Diabetes: los niveles altos de glucosa afectan a la circulación de la sangre y pueden producir daños en los vasos sanguíneos y por tanto dificultar la erección. En muchas ocasiones, la dificultad para alcanzar la erección o mantenerla durante las relaciones sexuales es el primer síntoma de la diabetes.
- Hipertensión: al fluir menos sangre por la obstrucción de las arterias, la cantidad que llega al pene es menor, lo que dificulta a la salud sexual masculina.
- Colesterol: los niveles de colesterol alto colapsan las arterias y, como consecuencia, llega menos sangre al pene y es más difícil conseguir y mantener una erección.
- Apnea del sueño: al haber una interrupción de la respiración, el nivel de oxígeno en sangre se reduce, afectando a los vasos sanguíneos. Igualmente, los hombres con apneas suelen tener un agotamiento físico y mental que afecta de manera negativa a las relaciones sexuales.
- Tóxicos: el consumo de tóxicos como el alcohol, el tabaco y otras drogas, afecta al sistema nervioso, implicado tanto en el deseo sexual como en el propio placer.
- Estrés: la ansiedad y el estrés disminuyen la libido e impiden al hombre concentrarse en la relación sexual, lo que le dificulta conseguir o mantener una erección.
- Depresión: aparte de que el estado de ánimo es fundamental para tener una salud sexual plena, el consumo de fármacos antidepresivos puede afectar a la función sexual, pues afecta a los niveles de serotonina, imprescindible para unas relaciones sexuales satisfactorias.
- Miedo o vergüenza: muchos hombres pueden sentir miedo a no dar placer a la pareja, a eyacular pronto o por un complejo físico, lo que puede desembocar en una pérdida de placer sexual o dificultad para mantener la erección. Además, la vergüenza por no responder de manera adecuada, tras un fallo previo, puede empeorar el problema.