La pelota no se mancha

DSC_0687 Brahimi Fran Rico
Manuel Herrera @manuelherrerapr
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"El fútbol es el deporte más lindo y sano que existe en el mundo. Eso no le quepa la menor duda a nadie. Porque se equivoque uno no tiene que pagar el fútbol. Yo me equivoqué y pagué. La pelota no se mancha". Diego Armando Maradona pronunció estas frases en su discurso de despedida como profesional en la Bombonera. El ídolo de Argentina habló de las diversas situaciones extradeportivas que le habían hecho estrellarse a lo largo de su espléndida trayectoria , incluido el caso de dopaje en el que se vio envuelto durante el Mundial de Estados Unidos en 1994. Sin embargo, apeló al valor del juego por encima de lo demás.

Lejos de la influencia mediática de Maradona, Dani Benítez, cuyo presunto positivo ha marcado profundamente el desarrollo de la semana en el seno del Granada, ha sido vilipendiado desde que el Diario 'As' adelantase la noticia el jueves pasado. Su carrera ha sufrido un palo complicado de asumir para un futbolista que, al contrario que 'Diego', carece del prestigio necesario para poder retomar su trayectoria en el mismo lugar donde la dejó.

Sin embargo, pese a lo triste de la situación que está viviendo su compañero, el Granada necesita evadirse del 'Caso Benítez' para tratar de ganar al Levante en el Nuevo Los Cármenes (20.00 horas, Canal+Liga y GolT). Los rojiblancos tratarán de desviar la atención mediática hacia la pelota, protagonista de un juego, en ocasiones, condicionado en exceso por lo que sucede fuera del rectángulo en el que se desarrolla.

Alcaraz y sus hombres han preparado el partido en un ambiente sumamente extraño: por la circunstancia extradeportiva previamente mencionada y por el hecho de haber jugado entre semana en el Vicente Calderón. El desgaste será pues otro de los puntos a tener en cuenta de cara a un partido en el que el entrenador nazarí recupera, por fin, a Piti, aunque el técnico ha citado, por si las moscas, a diecinueve hombres para la visita del Levante, al que el Granada podría superar en la clasificación.

El triunfo resulta de vital importancia para los intereses del conjunto rojiblanco que, desde el sofá, ha sido testigo del desarrollo de un fin de semana en el que el Getafe y el Valladolid, hasta el domingo en posiciones de descenso, han ganado sus respectivos compromisos y han apretado aún más la zona baja. El Granada se halla ahora a tan solo cuatro puntos del decimoctavo clasificado por lo que, en aras de evitar problemas, tratará de vencer al cuadro granota, doblemente sólido, por tradición y por la ya conocida mano de Joaquín Caparrós.

En cuanto al posible once inicial, con la única baja de Tiago Ilori, además de la perenne ausencia de Dani Benítez, el Granada podría formar con Roberto en la portería; una línea de cuatro en defensa con Nyom, Coeff, Murillo y Brayan Angulo; Iturra, Fran Rico y Recio en el trivote; Riki y Brahimi en los costados; y El Arabi en punta. Es decir, el mismo equipo que perdió por la mínima el miércoles ante el Atlético de Madrid.

Por su parte, el Levante viaja a territorio andaluz con la situación encarrilada, pero con ánimo de evitar una relajación que podría meterle en problemas. Los granota suman 37 puntos, tres más que el Granada, y un triunfo en Los Cármenes zanjaría prácticamente su permanencia en Primera. Caparrós recupera para la causa a cuatro hombres que no pudieron ayudar al equipo en la derrota del jueves ante el Betis: Ivanschitz, Héctor Rodas, Rubén García y Víctor Casadesús, pero pierde al centrocampista Sissoko.

Teniendo en cuenta esta serie de novedades, el Levante podría salir en Los Cármenes con Keylor Navas bajo los palos; Vyntra, Navarro, Juanfran y Nikos en defensa; un doble pivote con Simao y Diop; y una línea de tres por delante en la que formarían Ivanschitz, Rubén García y Pedro López, justo por delante del delantero David Barral.

Con esta situación de partida, el Granada tratará de hacer olvidar dentro del campo lo que ha sucedido esta semana fuera de él. El equipo de Lucas Alcaraz buscará que el fútbol sea de nuevo protagonista para demostrar que, como dijo Maradona, suceda lo que suceda, el juego sigue y la pelota no se mancha.