La policía descarta vínculos entre el tirador de Múnich y el terrorismo islámico
Llevaba consigo una pistola y una mochila con munición para realizar más de 300 disparos | La Policía considera que ha sido "un acto de locura"
La policía alemana ha descartado que el germano-iraní de 18 años sospechoso del asesinato de nueve personas el viernes en Múnich, tenga vínculos con el autodenominado Estado Islámico.
Los investigadores han informado este sábado que el presunto autor de la masacre estaba en tratamiento por depresión. La policía, que registró la vivienda del estudiante en un céntrico barrio de la capital bávara, encontró allí información —libros y artículos— sobre matanzas masivas, pero ningún vínculo que haga pensar en un móvil islamista.
Según han explicado las autoridades locales de Múnich en rueda de prensa ofrecida este sábado, el autor de la matanza era un joven de origen iraní que había nacido y crecido en la ciudad de Múnich. El joven portaba una pistola Glock 17 con el número de serie limado y en el cargador quedaba aún munición. Según han especificado, junto al atacante se halló asimismo una mochila con un gran número de balas que, según la policía, le habrían permitido la posibilidad de efectuar hasta 300 disparos más.
El mensaje del responsable policial fue triple: el atentado no está relacionado con el yihadismo ni con los refugiados, la seguridad en la ciudad se ha restablecido y no hay ningún motivo para que los muniqueses no hagan vida normal y no hay ningún indicio de que el atacante hubiera actuado con más personas.
MÚNICH PARALIZADA
El ataque activó la alerta antiterrorista y paralizó durante horas la ciudad alemana, donde las fuerzas de seguridad tomaron las calles, dejaron de funcionar los transportes públicos y se instó a los ciudadanos a permanecer en sus casas.
Múnich trata de recobrar la calma tras su peor día en décadas, que ha dejado diez muertos —incluido el agresor— y 16 heridos, tres de ellos de gravedad. El caos y la tensión de la noche del viernes se relajaron algo cuando la policía cambió la versión con la que trabajaba: ya no buscaba a tres terroristas dispuestos a matar por toda la ciudad. El jefe de la policía explicó en la madrugada del viernes que las dos personas capturadas sospechosas no tuvieron "absolutamente nada que ver" con el atentado, y que eran tan solo personas que corrían despavoridas tras el tiroteo.