La Policía emplea gas lacrimógeno para dispersar las protestas por la toma del diario 'Zaman'
Diversos grupo de derechos humanos y altos cargos europeos han condenado la decisión del Gobierno de Erdogan, que es percibida como una prueba más de que Ankara silencia las voces críticas con el Ejecutivo
La Policía turca ha empleado gas lacrimógeno para dispersar a las cientos de personas que se han concentrado este sábado frente a la sede del diario de más tirada de Turquía, 'Zaman', para protestar por la toma del periódico por las fuerzas de seguridad, tal y como había ordenado este viernes la Fiscalía de Estambul bajo las acusaciones de seguir órdenes del clérigo opositor Fetulá Gulen.
El Ministerio Público ha ordenado a la Policía tomar el control del grupo de medios Feza, que incluye a 'Zaman', bajo la sospecha de que colabora con Gulen y los rebeldes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) a derrocar al Gobierno.
La decisión judicial supone que el consejo ejecutivo y editorial de Feza y sus medios quedan disueltos y serán remplazados por una gestora designada por la Fiscalía de Estambul que se mantendrá hasta que se resuelva el caso.
Diversos grupo de derechos humanos y altos cargos europeos han condenado la decisión del Gobierno de Erdogan, que es percibida como una prueba más de que Ankara silencia las voces críticas con el Ejecutivo.
"Turquía tiene el derecho de interrogar a todos aquellos que toman partido en lo que claramente es un intento de golpe de estado contra el Gobierno, ya sean economistas o periodistas", ha aseverado el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, durante su viaje a Teherán.
Por su parte, Erdogan ha expresado repetidamente sus intenciones de acabar con el movimiento religioso conservador de Gulen, que cree se ha infiltrado en la Policía, el sistema judicial y la burocracia.
"Extremadamente preocupado por el desarrollo de los últimos hechos del periódico 'Zaman', que trampea el progreso realizado por Turquía en otros aspectos", ha señalado el Comisario de Adhesión de la UE, Johannes Hahn, en Twitter.
Por su parte el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, ha señalado a través de la misma red social que la operación contra 'Zaman' "es otro golpe a la libertad de prensa" y ha anunciado que discutirá el tema con Davutoglu este lunes.
Turquía, se reunirá con los líderes europeos en Bruselas el lunes 7 de marzo para conversar acerca del desarrollo de la crisis migratoria y a pesar de las palabras de Schulz, Davutoglu ha afirmado que no cree que "la agenda se ocupe y manche" con tema de la libertad de prensa.
"Cualquier país, y particularmente aquellos que negocian la adhesión a la UE, necesitan garantizar los derechos fundamentales, incluidos el de expresión, en línea con lo propuesto por la Convención Europea de Derechos Humanos", ha señalado la Comisión Europea en un comunicado.
DESPIDOS
La plantilla de la redacción ha vuelto al edificio esta mañana para encontrarse que el editor jefe, Abdulhamit Bilici, y el columnista Bulent Kenes habían sido despedidos. "Es un día negro para la democracia turca y una flagrante violación de la Constitución", ha declarado Sevgi Akarcesme, uno de los principales editores de 'Today's Zaman', la edición en inglés de 'Zaman', que ha añadido además que la mayoría de los medios turcos no están cubriendo el incidente por miedo a represalias similares.
La redacción de 'Zaman' ha sido un apoyo para Erdogan durante la mayor parte de su mandato, pero debido a la financiación e influencia del movimiento liderado por Gulen, su atención se había centrado en temas alejados de las preferencias del Ejecutivo.
La operación contra 'Zaman' y sus publicaciones hermanas no ha sido "más que un movimiento velado del presidente para erradicar los medios opositores y hacer patente el nivel de escrutinio de las políticas del Gobierno", ha aseverado Emma Sinclair-Webb, investigadora de la ONG Human Rights Watch en Turquía.
En Berlín, Norbet Roettgen, diputado del partido en Gobierno, ha señalado que "no solo la acción violenta contra un periódico clave sino el hecho de que el Gobierno se haga con el control de todo el diario es un severo golpe contra la lucha por la libertad de expresión en Turquía".