La receta electrónica alcanza en su décimo aniversario 62,5 millones de prescripciones en la provincia de Granada

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Los centros sanitarios granadinos han realizado un total de 62,5 millones de recetas electrónicas desde que se pusiera en marcha esta herramienta en 2003 y hasta la actualidad, lo que ha permitido ahorrar aproximadamente 5 millones de consultas en los centros de atención primaria y ha evitado los desplazamientos correspondientes a los usuarios, fundamentalmente a aquellos que padecen una enfermedad crónica.

El delegado territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía en Granada, Higinio Almagro, ha destacado hoy estos datos en su visita al centro de salud de La Caleta, en la capital granadina. Un centro pionero en el uso de la receta electrónica si bien, en la provincia de Granada, el pilotaje de esta herramienta comenzó en 2003 en las localidades de Jun y Dúrcal, gracias a la colaboración de sus habitantes, médicos de los respectivos centros y responsables de las oficinas de farmacia existentes en estas zonas.

Almagro ha subrayado que “Andalucía fue la primera comunidad autónoma, en colaboración con el Consejo Andaluz de Farmacéuticos, en poner en marcha la receta electrónica y la que tiene actualmente más desarrollada esta herramienta, que conlleva numerosas ventajas para profesionales y usuarios”.

La principal ventaja de este sistema de prescripción y dispensación electrónica es que evita a los pacientes, especialmente a aquellos que tienen una enfermedad crónica, tener que acudir a su médico sólo para que se les expida las recetas de continuación de sus tratamientos.

En un único acto, el médico puede prescribir los fármacos que estime necesario y en la cantidad que el usuario necesite para cumplir la pauta y duración del tratamiento. Se estima que la receta electrónica ha permitido reducir en un 15% el número de consultas atendidas en atención primaria, lo que conlleva además que los profesionales médicos dispongan de más tiempo a la atención sanitaria y se reduzca el tiempo destinado a las consultas de renovación de tratamientos o expedición de recetas.

La receta electrónica permite también a los usuarios con tratamientos prolongados retirar los fármacos prescritos en cualquier farmacia andaluza sólo presentando su tarjeta sanitaria. De esta forma, los usuarios tienen acceso a su tratamiento independientemente de si se encuentran en su localidad de residencia.

COPAGO DE PENSIONISTAS

La receta electrónica permite además que los pensionistas andaluces abonen únicamente el dinero que tienen establecido como tope máximo en el copago impuesto por el Estado y evita que tengan que abonar una cantidad superior a la establecida y luego reclamar su devolución. En otras comunidades donde no está implantada la receta electrónica, los pensionistas tienen que pagar por todos los medicamentos retirados y después reclamar el dinero que sobrepase el límite que tengan establecido según su renta.

En Andalucía, la receta electrónica permite identificar cuándo se ha alcanzado el tope establecido para cada pensionista. Desde la entrada en vigor del copago (julio de 2012) y hasta ahora, este sistema ha evitado que los pensionistas andaluces hayan tenido que adelantar 42,9 millones de euros.

Además, se ha evitado la tramitación de 4,8 millones de expedientes administrativos relacionados con la reclamación de este dinero del copago. La medida beneficia a 326.000 pensionistas al mes.

Igualmente, la receta electrónica minimiza los trámites necesarios para el control sanitario del visado de recetas, ya que sólo es necesario este trámite cuando el médico instaura un nuevo tratamiento y esta autorización se prolonga para sucesivas prescripciones y dispensaciones. Hasta el momento, receta electrónica ha evitado 26 millones de trámites sanitarios relacionados con visado; de ellos, 2 millones en la provincia granadina.

SEGUIMIENTO FARMACOLÓGICO 

La prescripción y dispensación electrónica constituye también una potente herramienta de seguimiento farmacoterapéutico. La receta electrónica posibilita una comunicación directa entre el farmacéutico y el médico que ha realizado la prescripción, de forma que el farmacéutico puede transmitir con agilidad aquellas observaciones o incidencias sobre el tratamiento que resultan importantes para la salud del paciente.

Además, cuando las causas asistenciales lo aconsejen, el farmacéutico podrá bloquear de forma cautelar la dispensación de una prescripción concreta. Esta suspensión siempre deberá ser validada o revocada por el médico prescriptor. En estos diez años, los farmacéuticos han realizado 71.633 anulaciones cautelares en la comunidad autónoma andaluz, 6.640 en Granada y en el 92% de los casos, tanto en Andalucía como en la provincia granadina, han sido confirmadas por los médicos, lo que incide en mayor seguridad para el paciente.

AHORRO Y EFICIENCIA

La receta electrónica supone además una importante medida de eficiencia. Los costes invertidos en la última década para el desarrollo de la receta electrónica se han elevado a 4 millones de euros, un coste que hay que poner en relación con los ahorros logrados para la sanidad pública andaluza y que sólo en sustitución de papel han supuesto 7,5 millones de euros (703.612 euros en la provincia de Granada).

Gracias a la inversión realizada, la receta electrónica se ha implantado en el cien por cien de la red de atención primaria y en todos los hospitales del Servicio Andaluz de Salud. Actualmente, el 95% de las recetas que se prescriben son electrónicas, lo que supone 505.000 dispensaciones al día.

El desarrollo de la receta electrónica y los buenos resultados obtenidos en la comunidad andaluza han sido reconocidos internacionalmente. De hecho, Andalucía lidera, dentro del proyecto europeo denominado epSOS, la línea de prescripción electrónica con el objetivo de que cualquier ciudadano europeo pueda adquirir los medicamentos prescritos en su país de origen.