La Residencia de Estudiantes llora la muerte del último testigo del 27
La directora de la Residencia de Estudiantes, Alicia Gómez Navarro, ha lamentado profundamente la muerte de Francisco Ayala, el último representante de "la Edad de Plata", como "una gran pérdida" para la cultura española.
"Era el último que quedaba vivo de esa generación que fue tan especial para la cultura española y testigo viviente de esa generación" de intelectuales, literatos y artistas, que destacaron en las tres corrientes significadas por los años 1898, 1914 y 1927, ha indicado Gómez Navarro en declaraciones a EFE.
La directora de la Residencia de Estudiantes ha recordado la "estrecha relación que tuvo" con esta institución y las dos últimas visitas del ilustre escritor a la escuela, que tuvieron lugar el año pasado, cuando ya era centenario.
Ha destacado de Ayala su inteligencia y su vitalidad y ha valorado que conservara la lucidez "hasta el final".
Gómez Navarro ha recordado las muertes de otros dos grandes de las letras españolas, también habiendo superado la barrera de los cien años: Pepín Bello, el último superviviente de la Generación del 27, en enero de 2008 con 103, como Ayala, y hace solo unos meses, José Antonio Muñoz Rojas, tras cumplir los cien años.
"La suerte es que se han muerto con una lucidez enorme y en plenitud de facultades", ha considerado Gómez Navarro.