La restauración de los leones de la Alhambra revela que son distintos entre sí
El proceso de restauración de la fuente de los leones de la Alhambra, que culminará en 2010, ha desvelado que cada una de las piezas tiene un peso, perfil, cabeza y talla distintos, así como rasgos distintivos que diferencian a unos de otros, lo que lleva a pensar que fueron elaborados por varias manos.
Así lo ha adelantado hoy la directora del Patronato de la Alhambra y Generalife, María del Mar Villafranca, que ha considerado éste un importante avance en el conocimiento de los rasgos artísticos de estos doce leones que hacen las veces de surtidores de agua de la fuente del patio más famoso del monumento nazarí.
Hasta el momento existía la creencia generalizada de que los leones eran iguales "o como mucho similares dos a dos", según Villafranca, que ha precisado que el estudio del león número 4, el primero que se sometió al proceso de restauración, ya apuntó a la posibilidad de un distinto tallaje de cada de una de las piezas.
El proceso de restauración ha arrojado datos que confirman que todos los leones tienen rasgos distintivos, que en unos casos es la posición de la cola, y en otros las patas -se ha evidenciado el interés de los escultores por tallar la huella de las uñas-, la boca o el tratamiento formal del rostro, ha explicado Villafranca.
En esta línea, una de las "sorpresas" que han arrojado los trabajos de restauración y conservación es la peculiaridad del león número 10, que es mucho más rico que el resto desde el punto de vista decorativo y ornamental.
En concreto, tiene en la cabeza una serie de huellas como lágrimas, un símbolo similar a "una pequeña voluta invertida" y una especie de bigote rizado en el rostro, según la directora del Patronato de la Alhambra y Generalife, que ha puesto el ejemplo de otro con unos perfiles "perfectamente delimitados".
SE INICIÓ EN EL 2007
Dentro del proceso de restauración de la fuente de los leones, que se inició en 2007 aunque la pieza número 4 fue restaurada con anterioridad, se ha llevado a cabo un estudio de siluetas de los leones a través de la técnica de la fotogrametría que ha permitido determinar que unos son de mayor tamaño que otros.
Según Villafranca, de todo esto se deduce también que los leones fueron esculpidos en un taller, por lo que fueron varios, y no uno solo, los escultores que participaron en la elaboración de las piezas.
Una de las hipótesis es que uno de los leones pudo ejercer de prototipo respecto a los otros, aunque también es posible que una pieza que no ha llegado a conservarse fuera el modelo y a partir de ahí surgiera el resto.
Para Villafranca, los datos arrojados hasta ahora por el proceso de conservación son además interesantes en cuanto al aporte que representan "en una cultura donde la figuración no es precisamente algo que se diera con asiduidad".
El proceso de restauración y conservación se encuentra ya en fase avanzada, según la directora del Patronato, que ha dicho que los leones retornarán a la fuente en fecha aún por concretar del 2010.
Los trabajos se centrarán ahora en el circuito hidráulico de la fuente, y se llevarán a cabo en el mismo patio de los leones.
La actuación sobre el circuito hidráulico pretende que la fuente tenga mejores garantías de conservación en el futuro y pueda estar preparada para soportar heladas o condiciones climatológicas adversas, así como una optimización del recurso hídrico.
La mala calidad del agua ha sido precisamente uno de los factores que han contribuido al deterioro de los leones, aunque no así al de la taza, que presentaba un mejor estado de conservación -sólo tenía una pequeña fisura-.
Además, está aún por concluir un estudio sobre la tradición artística en la que pueden insertarse los leones, mientras que se está llevando a cabo, todavía sin conclusiones definitivas, un trabajo sobre la iconografía del león tanto en el mundo cristiano como en el musulmán y el oriental, donde ha sido un elemento "muy representado".