La resurrección de Piti
El nuevo técnico del Granada ha colocado al catalán en la mediapunta y, sin duda, ha sido el mejor jugador de fútbol para las apuestas en los últimos tres partidos del equipo
Es una evidencia decir que el Granada ha mejorado tras el cambio de técnico, aunque quizás sea pronto para decirlo, ya que son pocos los partidos que lleva Abel Resino al frente del equipo. En cualquier caso, las sensaciones son mucho mejores que hace un mes.
El empate frente al Deportivo de La Coruña, la victoria ante al Elche e incluso la derrota contra al Villarreal son buena prueba de que el conjunto rojiblanco ha experimentado un cambio de tendencia importante, sobre todo a nivel de juego y a nivel competitivo. Además de la llegada de varios jugadores importantes, el aterrizaje de Abel en la entidad nazarí ha supuesto una bocanada de aire fresco en el vestuario, algo que se ha traducido en una mejor actitud especialmente a nivel defensivo. En el ámbito ofensivo hay un nombre que destaca por encima del resto: Piti.
El ex jugador del Rayo Vallecano por fin se está acercando a su mejor versión vista en Vallecas, algo que se le había criticado desde su llegada a Granada la pasada campaña. Pues bien, tirado a la banda derecha, con Joaquín Caparrós al frente, su rendimiento no había experimentado ninguna mejora, pero el fichaje de Abel ha dado paso a su reubicación en el sistema del conjunto nazarí y su consiguiente aumento de rendimiento. El nuevo técnico del Granada ha colocado a Piti en la mediapunta y, sin duda, ha sido el mejor jugador de fútbol para las apuestas en los últimos tres partidos del equipo.
El catalán anotó un gol frente al Deportivo de La Coruña pero, sobre todo, se muestra muy participativo en todas las acciones. Abel le ha dado total libertad y aparece por dentro como soporte de Fran Rico y Rubén Pérez. Cae a cualquiera de las dos bandas para darles soluciones a los extremos e incluso a los centrales cuando no tienen salida clara y llega al área contraria con el peligro que ello conlleva, teniendo en cuenta su gran variedad de recursos técnicos. Y es que si algo no se puede dudar de Piti es el gran talento que posee. Brillante en la asociación, con un golpeo de balón exquisito, una excelente visión de juego para filtrar últimos pases y, a pesar de que la velocidad no es su mayor virtud, bastante claridad para superar rivales en el uno contra uno. Quizás su punto débil sea el aspecto físico y es por ello por lo que jugar en la mediapunta le beneficia, ya que supone un recorrido menor para él y que cuando entre en contacto con el esférico esté más fresco de piernas y de mente.
En definitiva, sin duda una de las claves de la mejoría de este Granada es la resurrección de Piti. El ‘10’ del conjunto nazarí está comenzando a sumar lo que se esperaba y, unido a las llegadas de varios fichajes que han subido el nivel de la plantilla y la capacidad de trabajo que parece haber adquirido el equipo tras el cambio de técnico, da la sensación de que el Granada está en dinámica ascendente.