La sabiduría de los bosques o dónde podemos aparecer si escuchamos radio 3
"Encontrarás más en los bosques que en todos los libros"
Casi había olvidado la sensación de abandonarte a una voz cantarina que te cuenta y te acompaña... hasta que un día me quedé sin internet y, voilà!
Paseo por el bosque habitado, programa de la emisora RADIO 3. Me guía el sonido de una voz que pregunta a otra voz y se ve respondida. Estoy en mi habitación, en la cocina, en el baño, pero estoy a la vez subida a las ramas de los robles de los que habla Ignacio Abella en el podcast que escucho.
Para los que no lo conozcáis, El Bosque Habitado se define como un programa de naturaleza y literatura. Dicen en su presentación "hasta que aprendamos a leer en los árboles, seguiremos haciéndolo en los libros", y es así como domingo a domingo iluminan senderos mayoritariamente desconocidos que nos llevan al descubrimiento de otras formas de vida, otras formas de convivencias, otras formas de ser humanos en este planeta que habitamos.
Proponer la vuelta a una estructura social basada en la convivencia armónica con la naturaleza puede paecer utópico en un principio. Si de una ojeada analizamos la realidad que nos rodea, quizá del todo improbable.
Pero con tan sólo escuchar diez minutos de este programa comienzan, como decíamos, a surgir cientos de nuevos caminos a seguir. Llegué por ejemplo, a través de sus recurrentes colaboradores como Gustavo Duch, a la revista Soberanía Alimentaria Biodiversiad y culturas quien la dirige junto a otras.
Tanto la revista como el programa (y un sinfín de recursos e iniciativas a las que no cto por cuestión de espacio) tienen en común la apuesta por la disolución del modelo capitalista productivista y androcéntrico. El compromiso con una vida digna de ser vivida, desde un paradigma que comprende al ser humano en posición de igualdad con el resto de seres y entornos que nos construyen, porque como bien afirma Casilda Rodrigañez:
"Nada anda suelto, todo está vinculado. Las relaciones entre los seres vivos no son arbitrarias, tienen un sentido vital; se mueven al ritmo de una sinfonía impredecible y armoniosa. Pero no responden a ningun Poder, no ‘trabajan’ para nadie, sólo dejan fluir el impulso vital autopoyético, el deseo, en la criatura humana; es una sinfonía que no ha escrito nadie, pero que todos los seres conocen y sienten: una sinfonía ejecutada por una orquesta sin director. Esta es la diferencia esencial con el orden social patriarcal y esclavista construido por la sociedad humana. La condición de Gaia es an-árquica. Esto impregna y define la condición de todos los seres vivos."
Así que ya sabes, si te pica el gusanillo del amor a la tierra sólo deja que se te enraice y un nuevo brote crezca.
¡Nos vemos en los bosques!
Un artículo de Color Carne