“La satisfacción que sientes al ver que un paciente recibe el alta es algo indescriptible"
El personal sanitario asegura estar "mentalmente al límite" y que el efecto de las vacunas "se está notando" en los hospitales granadinos
El principio del inicio del fin de la pandemia sigue su cauce. Después de que la Junta de Andalucía revisara las restricciones junto al Comité de Expertos debido al fin del estado de alarma este domingo, se abre algo más el abanico de la vida social. GranadaDigital ha podido contactar con algunos de los sanitarios que libran batalla al virus desde primera línea, que a pesar de esta relajación de las medidas, no se fían en absoluto de cómo pueda evolucionar el virus.
María es enfermera en planta Covid en el Hospital Universitario Virgen de las Nieves y que en su plena juventud, brega día a día junto a sus compañeros por salvar vidas. María asegura que, al estar en planta, no se nota tanto la diferencia de ingresos respecto a otras olas, aunque ahora se ve a personas de 60 para abajo, por lo que se ha hecho notorio el efecto de las vacunas”, que ahora deja a FERMASA desbordada ante la incesante llegada de viales a Granada.
Eso sí, toda esta pandemia trae consigo una fatiga cuya factura es más psicológica que física. “No hemos parado. Ha sido un año de desgaste y te afecta mucho en lo psicológico”, admite la joven enfermera. Respecto a los pacientes, “son personas que vemos cada día y nos sabemos sus vidas, acabas cogiéndoles cariño. En esta profesión no te puedes derrumbar a la mínima, pero somos humanos”. Si hay algo con lo que se queda de su recorrido en el hospital, es “la satisfacción que sientes al ver que un paciente recibe el alta. Es algo indescriptible. Además, “la piña que se ha hecho con el equipo de nuestra planta es fantástica. Vamos todos a una, estamos muy a gusto en nuestro entorno” afirma.
Si hay alguien que le ha acompañado en estos tiempos tan arduos, ha sido su pareja Patricio, sanitario que también tiene su quehacer en el Virgen de las Nieves. “Cuando llegábamos a casa estábamos tristes, pero intentábamos ayudarnos mutuamente. Es una etapa bastante dura, hemos visto morir a mucha gente sola. Ahora en las plantas sí dejan entrar a un mayor con un EPI para despedirse, que antes no se podía”, matiza.
Su novio vive una de las situaciones más duras para un paciente y el propio personal sanitario, la UCI. Patricio alterna entre dos hospitales de la capital un puesto en urgencias; y de enfermero en una de las UCIs del Virgen de las Nieves, donde esta ola ha destacado más en lo emocional, ya que “nos ha pillado muy cansados psicológicamente”, señala Patricio.
Sin embargo, ‘Paddy’ -como le apodan sus allegados- sí ha visto un cambio de tendencia en cuanto a edad respecta. “Consideramos jóvenes a las personas de 60 para abajo. Al serlo, tienen mejor pronóstico y por ende, no ha habido tantos intubados e incluso hemos podido estar hablando con ellos”, asegura a este medio. En cambio, la otra cara de la moneda la ponen los ingresos de personas "muy jóvenes, de 25 años, con obesidad u otra enfermedad respiratoria”, por lo que el Covid-19 ha acentuado dichos problemas.
Patricio es tajante a la hora de pronunciarse sobre el fin del estado de alarma, previsto para este domingo 9 de mayo. “Termina el estado de alarma, pero el Covid sigue ahí. Algunas medidas como el cierre de municipios que sobrepasen un determinado número de contagios deben seguir sobre la mesa. Debemos intentar llegar con una tasa baja a junio para pasar un verano relativamente bueno”, afirma con rotundidad.
Jaime, ese otra de las personas con las que ha podido contactar GranadaDigital. Pertenece al personal sanitario en el Hospital Clínico San Cecilio, y recuerda los día de la primera ola como los peores por el hecho de “no tener ni idea de cómo iba a evolucionar la cosa”. Él tiene a su familia lejos de Granada, por lo que el peso emocional es aún mayor. “Es muy duro no poder tenerlos cerca y sentir su calor en unos momentos así”, lamenta.
Además, en lo que a vacunas refiere, Jaime cree que toda esta pesadilla en la que nos vemos envueltos acabará pronto, y que al igual que sus otros dos compañeros “se está viendo el efecto en los hospitales, es muy raro ver a gente mayor ahora”.
“Con el fin del estado de alarma todo se puede descontrolado”, ha señalado desconfiaste el enfermero. “Lo que ocurra en este mes, será vital para afrontar el verano de una manera u otra”, advierte.