La semana más difícil de la Iglesia Católica en Granada

El estallido del presunto caso de abusos sexuales por parte de hasta 10 sacerdotes granadinos a un total, por el momento, de cinco jóvenes de la ciudad ha levantado todas las alarmas de la archidiócesis de Granada | Sobre estos supuestos abusos se ha interesado hasta el Papa Francisco, quien llamó en persona al joven que destapó una trama que se habría extendido durante varios años

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La catedral de Granada
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Aunque el portal Religión Digital ya avanzaba el pasado domingo que el propio Vaticano estaría investigando un grave caso de abuso de menores en una archidiócesis española, no fue hasta el lunes 17 cuando el nombre de Granada comenzó a sonar como el lugar en el que presuntamente se habrían cometido estos delitos. De repente, un caso de abusos sexuales que había sido denunciado en agosto por parte de una de las víctimas salió a luz gracias al interés del propio Papa Francisco, quien telefoneó al joven. La carta que la víctima envió directamente al Vaticano durante los meses de verano puso en marcha una serie de engranajes jurídicos, religiosos y mediáticos que han convertido esta semana en una de las más difíciles de la historia reciente de la Iglesia Católica en Granada. Más allá de los posibles culpables de estos hechos, en el ojo del huracán se encuentra el arzobispo de Granada, Javier Martínez, cuya actuación ante el conocimiento de estos hechos ha sido cuestionada por el propio Vaticano, que ha llegado a asegurar que el arzobispo "no está colaborando con lo que se ha pedido", a pesar de que Martínez sí había apartado del ejercicio del sacerdocio a tres de los acusados.

ABUSOS DURANTE AÑOS

Los abusos habrían comenzado casi dos décadas atrás, cuando el primer denunciante de este caso, entonces menor y que hoy tiene 24 años, entró a formar parte de una iglesia de la ciudad. Comenzaba entonces un largo proceso de abusos sexuales que según las investigaciones policiales implicaría a 10 párrocos de la ciudad y otras dos personas relacionadas con ellos; los abusos se habrían producido por parte de tres de los religiosos, aunque las restantes personas implicadas sí habrían tenido conocimiento de los sucesos. Además y según adelantaba ayer Radio Granada, al primer caso denunciado se le habrían sumado ahora cuatro nuevos expedientes de abusos.

Estos actos, de los que el arzobispo tuvo constancia a mediados de octubre, poco antes de que la víctima llevara el caso a los juzgados, se habrían producido en diferentes pisos de la capital granadina. Según el propio Martínez declaraba el pasado jueves en una entrevista al diario IDEAL, su primera acción fue poner rumbo al Vaticano para pedir consejo sobre cómo proceder ante el presunto caso de abusos sexuales; este viaje no se llevaría finalmente a cabo puesto que la propia Santa Sede le indicó al arzobispo que permaneciera en Granada para iniciar un protocolo que comenzaría por apartar del ejercicio religioso a los principales acusados, aunque posteriormente desde los tribunales granadinos que investigan el caso se le pediría al arzobispo que no actuara para no afectar a la investigación policial.

Según explicó la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, la investigación está siendo “exhaustiva”, aunque por el momento y según se informó ayer desde la subdelegación del Gobierno, todavía no se ha llamado a declarar a nadie y la policía no descarta que con el paso de los días se puedan dar más denuncias.

LOS PRESUNTOS RESPONSABLES

Según se ha ido conociendo a lo largo de la semana, los sacerdotes responsables de estos supuestos actos de pederastia formarían parte de un conocido clan de religiosos de la ciudad de Granada. Este grupo, al que el diario El País llega a comparar con una secta, poseería varios pisos  de lujo en la capital, otro en Pinos Genil y un último en la costa, concretamente en el municipio de Almuñécar; estos son los lugares en los que presuntamente se habrían llevado a cabo unos abusos que en ocasiones habrían implicado a varios sacerdotes al mismo tiempo.

Dada la capacidad económica del supuesto clan, la Fiscalía de Granada ordenó ayer la apertura de una investigación que ponga nombre y apellidos a los dueños de los diferentes inmuebles en los que se cometían los hechos denunciados. Tal y como adelantaba Radio Granada, la investigación estaría enfocada a conocer de qué manera se financiaba el grupo de religiosos.

Por su parte y según se ha venido filtrando a la prensa durante los últimos días, los párrocos acusados habrían actuado principalmente en una iglesia del Zaidín, en donde entraban en contacto con los menores para que comenzaran a formar parte de la parroquia como monaguillos.

ArzobispoEL ARZOBISPO DE GRANADA, DE NUEVO EN EL CENTRO DE LA POLÉMICA

Desde que se hiciera público el presunto caso de abusos, tanto desde los sectores religiosos como la Conferencia Episcopal o el propio arzobispado hasta diferentes responsables públicos han condenado los hechos y exigido que se llegue hasta el fondo de una trama que a cada día que pasa ha ido dejando más y más titulares en prensa.

Y buena parte de ellos los ha acaparado el arzobispo Javier Martínez, una figura que ya había sido objeto de varias polémicas en la ciudad –la última de ellas por la publicación del libro ‘Cásate y sé sumisa’ – y que ahora vuelve a generar informaciones en las que el propio Vaticano estaría descontento con la actuación de Martínez por su supuesta pasividad.

Según publicaba esta semana pasada el portal que destapó el caso de los abusos, si bien el arzobispo apartó de sus funciones a los tres acusados principales, en sus puestos habría designado a otros párrocos que también están siendo investigados por el mismo caso de abusos.

Tampoco han ayudado al arzobispo sus declaraciones durante esta semana, en las que lamentó que no se haya "protegido la intimidad ni la presunción de inocencia”. En esa línea, el arzobispo aseguró que siempre ha ofrecido su ayuda a la supuesta víctima, a la que aseguró que "tiene que haber un designio bueno en esto que ha pasado, que podrá ayudar a otras personas".