La tanorexia, un trastorno tan peligroso como la anorexia
Para tratar a un paciente diagnosticado de tanorexia se requiere un abordaje terapéutico multidisciplinar
La tanorexia o adicción al bronceado es un trastorno psiquiátrico que puede llegar a ser igual de peligroso que la anorexia o la adicción a algunas drogas, tal y como ha explicado el director del Instituto Valenciano de Neuroadicciones y Patología Dual y de la Unidad de Desintoxicación del Hospital Nisa Aguas Vivas, el doctor Augusto Zafra.
Según el doctor Zafra, es similar a lo que sucede en la anorexia con la necesidad de perder peso porque "nunca se llega a la plena satisfacción de la delgadez", o a la vigorexia, en la que "nunca se llega a una definición muscular adecuada". Tomar el sol estimula la secreción de endorfinas, lo que a la larga puede generar una situación de dependencia, abstinencia y tolerancia similar a la que tiene lugar en las adicciones químicas como el alcoholismo o el consumo de cocaína, o en las adicciones comportamentales como la ludopatía o la adicción a las compras.
Esta 'adicción al sol' suele afectar a mujeres entre los 15 y los 35 años, especialmente a personas con "tendencia a la baja autoestima, una escasa autoaceptación de sí mismas y una búsqueda persistente de la aprobación de personas que las rodean desde una interiorización errónea de los modelos imperantes en occidente que atribuyen al valor delgadez, la simetría corporal y el bronceado de piel unos elevados valores de éxito personal, estatus social y poder económico que no se corresponden con la cotidianidad", ha señalado Zafra.
La tanorexia es considerada un tipo de dismorfofobia en la que la persona tiene una percepción distorsionada de su tonalidad corporal, lo que deriva en la búsqueda del bronceado perfecto. Esto no solo causa problemas psicológicos, sino que tomar el sol en exceso también provoca problemas de salud y especialmente en la piel, como el envejecimiento precoz y la aparición de melanomas y cáncer de piel.
REQUIERE TRATAMIENTO PSICOLÓGICO Y FARMACOLÓGICO
Para tratar a un paciente diagnosticado de tanorexia se requiere un abordaje terapéutico multidisciplinar, que incluya una piscoterapia reglada y un tratamiento psicofarmacológico, ya que este trastorno suele ir acompañado por síntomas de ansiedad, depresión y trastorno obsesivo compulsivo (TOC). Desde la psicología, los profesionales restringen los comportamientos de exposición, mejoran la distorsión de la percepción corpórea y cuestionan la importancia del aspecto físico en la valoración personal.
Algunos de los síntomas más importantes de la tanorexia son la consideración de la diferente tonalidad de la piel respecto a otras personas como un fracaso personal, la autoimposición de oscurecer esa tonalidad durante mucho tiempo, dando de lado otras actividades cotidianas, o el convencimiento inamovible de que se tiene una piel pálida cuando en realidad es oscura.
Además de padecer complicaciones derivadas de la excesiva exposición solar como lunares sospechosos, carcinomas o melanomas, el paciente también puede sufrir pérdida de apetito, apatía o ansiedad ante una exposición insuficiente al sol, una presencia ocasional del trastorno depresivo mayor, fobia social y laboral y trastorno obsesivo-compulsivo, y una firme oposición a la evaluación psicológica o psiquiátrica.