La Toma de Granada, a camino entre la tradición, la festividad y la polémica
Granada celebra hoy su festividad más controvertida, defendida por unos como una tradición histórica, contemplada por otros como apología del nacionalismo, esta efeméride aglutina a partidarios y detractores en un día, que muchos aprovechan para estrenar los propósitos de Año Nuevo
El 2 de enero se ha convertido en Granada en un día, cuanto menos, polémico. Festejada en esta fecha la Toma de la ciudad por los Reyes Católicos, la narrativa histórica está clara, sin embargo, la interpretación colectiva siempre es controvertida. Opiniones, interpretaciones y afinidades se mezclan en un "desfile procesional" que tiene como protagonista al edil más jóven del consistorio granadino que tremola el pendón castellano desde el balcón del Ayuntamiento de Granada, repitiendo la arenga: "Granada , Granada , Granada , por los ínclitos Reyes de España don Fernando V de Aragón y doña Isabel I de Castilla. Viva España. Viva el Rey. Viva Andalucía. Viva Granada ", a los sones del himno nacional.
Lo cierto, es que este día, a pesar de libres opiniones, tiene como base una fecha histórica que marca el final de la Guerra de Granada. No hablamos de una única batalla, sino de un conjunto de campañas militares que tuvieron lugar entre 1482 y 1492, emprendidas por los Reyes Católicos, Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón, en el interior del reino nazarí de Granada, que culminaron con las Capitulaciones por parte del rey Boabdil, quien durante esos años había oscilado entre la alianza, el doble juego, la contemporización y el enfrentamiento abierto.
Finalizaba así el proceso histórico conocido como la Reconquista que los reinos cristianos habían comenzado en el siglo VIII y por el cual, el papa Alejandro VI reconoció a Isabel y Fernando con el título de Reyes Católicos en 1496. La protocolaria entrega de las llaves de la ciudad y la fortaleza-palacio de la Alhambra, el 2 de enero de 1492, se sigue conmemorando todos los años en esa fecha con un tremolar de banderas desde el Ayuntamiento de la Ciudad, en una fiesta local. El pendón de Castilla portado en los distintos actos del ceremonial es una réplica del confeccionado por Felipe II en 1616 sobre el modelo original de los Reyes Católicos, quienes entraron con él en Granada el 2 de enero de 1492.
Pero lo cierto es que esta festividad está envuelta en la polémica, y lo que fue una efeméride histórica se convierte en una herida abierta entre lo que algunos llaman "las dos Españas". Así, la Policía suele establecer un cordón de separación entre militantes de Falange que portan banderas franquistas y del partido ultra Democracia Nacional, con pancartas que además rezan lemas del tipo "Orgullosos de Nuestra Reconquista"; mientras comparten espacio con otros manifestantes convocados por la Coordinadora Antifascista de Granada que a su vez llevan banderas republicanas, comunistas y andaluzas, con cánticos que entonan consignas del tipo "Los genocidios no se celebran".
ACTO INSTITUCIONAL
El acto en sí, estrictamente marcado por el protocolo, cuenta con la presencia del teniente general del Mando de Adiestramiento y Doctrina -MADOC-, una banda militar de este organismo del Ejército de Tierra, y una representación de soldados de infantería. El concejal más joven de la corporación municipal porta el estandarte de los Reyes Católicos hasta la Catedral, en un desfile procesional, donde se celebra una solemne misa. Después, en la Capilla Real, donde descansan los huesos de Isabel y Fernando, el concejal más veterano del consistorio granadino, saluda con el estandarte a la tumba de los monarcas.
Comentarios
Un comentario en “La Toma de Granada, a camino entre la tradición, la festividad y la polémica”
Alfonso
2 de enero de 2015 at 20:42
Muchos ven a Isabel de Castilla, una figura despiadada sin embargo, fue ella quien prohibió a Cristóbal Colón la venta de los pobladores del territorio americano como esclavos. Ella misma dijo, que indios americanos eran hombres libres tal como los habitantes de Castilla. Los esclavos que Colón llegó a vender fueron rescatados y devueltos a su tierra originaria de esta manera, recuperaron su libertad.
Isabel La Católica prohibió la esclavitud de los guanches en 1478, la de los indios en 1501, liberó a los solariegos castellanos en 1480 y a los payeses catalanes en 1486; según Dumont en 1492 compro los esclavos musulmanes de Castilla para emanciparlos…« quiso reformar las costumbres del clero.Isabel entrega unos 300 millones de euros actuales a los pobres. “Me admiran profundamente las normas que ella daba para [los indios, a] quienes denominaba sus súbditos. Encomendaba en todas sus cartas y en todas sus cédulas reales que tuvieran en cuenta que eran sus súbditos, y no siervos, y que amaba a sus súbditos de ultramar. Y con ese espíritu, la reina pidió que se les dieran no más de ocho horas de trabajo, que no trabajaran sábados ni domingos”.