La tragedia de la inmigración
Este telegrama tiene como destino la conciencia de cada uno de nosotros, pero mucho me temo que vamos a estar muy ocupados con el whatsapp y con el twitter, o pensando en las vacaciones de verano. Claro, que también estamos inmersos en los problemas de nuestro día a día.
Sin embargo, creo que como personas no podemos ni debemos ser inmunes a las tragedias ya masivas que asolan y llenan de luto y cadáveres el Mediterráneo y otros mares y océanos más lejanos también.
El siglo XXI ya bien entrado nos demuestra que hemos evolucionado tecnológicamente, pero seguimos siendo incapaces de hacer un mundo mejor para todos.
Detrás de las muertes masivas están las redes de traficantes y tratantes de seres humanos, que pueden y deben de ser perseguidas y condenadas con mucha mayor dureza.
Y detrás de los tratantes está la necesidad de las personas de no morir de hambre y buscar un futuro mejor porque somos incapaces de aportar dinero para que se desarrollen, o al menos para que puedan comer de modo digno.
Y aún más atrás están o deberían estar nuestras conciencias, pero las mismas parecen ocupadas, sin cobertura o apagadas, en todo caso fuera de servicio.
Qué triste es todo esto pese a lo bonita que es la vida. A ver si espabilamos.