La última retrospectiva de Luis Gordillo, en el Centro Guerrero y en el Palacio de Carlos V
Bajo el título 'Confesión general', resume las seis décadas creativas del artista sevillano, a través de 200 de sus obras
El Museo José Guerrero, en el centro de Granada capital, y el Palacio de Carlos V, en el recinto monumental de la Alhambra, acogen desde este jueves la última retrospectiva de Luis Gordillo, la cual, bajo el título 'Confesión general', resume las seis décadas creativas del artista sevillano, a través de 200 de sus obras.
La exposición propone un recorrido cronológico por las sucesivas etapas del artista, desde finales de los años 50 hasta sus obras más recientes, según han informado la Diputación Provincial, institución de la que depende el Centro Guerrero, y el Patronato de la Alhambra y el Generalife, en una nota de prensa tras la presentación.
En la muestra se ponen de relieve sus metodologías de trabajo: la serialidad, el dibujo como eje vertebrador de su producción o el uso a la vez experimental y documental de la fotografía.
En el Centro José Guerrero se presentan las etapas iniciales de Luis Gordillo hasta finales de los años 70, y en el Palacio de Carlos V de la Alhambra, los trabajos de los años 80 a la actualidad. La muestra está coproducida por el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, el Centro Galego de Arte Contemporáneo, el Centro Koldo Mitxelena Kulturunea, el Patronato de la Alhambra y Generalife, y el Centro José Guerrero de la Diputación de Granada.
Tras las exposiciones retrospectivas en el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona, en 1999, y en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, en 2007, el objetivo es que ésta sea la exposición más importante que desde entonces se haya organizado sobre una visión en conjunto de la obra de Luis Gordillo, uno de los artistas españoles más conocidos y valorados, e Hijo Predilecto de Andalucía. La muestra ha podido verse en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (Sevilla), el Centro Koldo Mitxelena Kulturunea (San Sebastián), y el Centro Galego de Arte Contemporánea (Santiago de Compostela).
La diputada provincial de Cultura, Fátima Gómez, ha recordado que no es la primera vez que la Diputación de Granada acoge una exposición de Gordillo, porque ya pudo verse en la Sala Alta del Palacio de los Condes de Gabia una retrospectiva en 1994, hace, por tanto, más de 20 años.
Además de aquel precedente, el artista está representado en la colección de arte contemporáneo de la institución provincial con un díptico de 1985, 'La pregunta de la respuesta', y la carpeta de doce litografías 'Celulario', de 1995, que compone una de las exposiciones itinerantes que la institución pone al servicio de la provincia para la difusión del arte contemporáneo.
Por su parte, el director del Patronato de la Alhambra y Generalife, Reynaldo Fernández, ha manifestado que "Luis Gordillo es un auténtico maestro y un autentico referente" cuya obra se puede visitar ahora "en el sitio que es referencia de la contemporaneidad, que es el Centro José Guerrero, y en la Alhambra, que ha sido fuente de inspiración, en concreto en el Museo de Bellas Artes", en el Palacio de Carlos V.
"Soy sevillano y andaluz, y eso está en mi conciencia, y sin embargo mi pintura no tiene nada de andaluza, sino que mi obra se ha abierto a connotaciones internacionales", ha explicado Luis Gordillo durante la presentación, añadiendo que "la ortodoxia en arte es la última ola", y que "hay que estar pendiente de la investigación, de las novedades".
Luis Gordillo (Sevilla, 1934) ha mantenido a lo largo de toda su carrera, que sigue activa 60 años después de sus inicios, una tensión creativa que lo ha convertido en un artista de referencia para la cultura contemporánea y símbolo de la vitalidad de la pintura. Su extensa producción se ha caracterizado desde siempre por hacer más complejas las categorías estéticas y los problemas derivados del ejercicio y la reflexión de una disciplina que ha llevado más allá de los marcos preestablecidos, enriquecida con todo tipo de influencias.
Dentro del Centro José Guerrero, la planta baja se organiza alrededor de un nutrido conjunto de cabezas de mediados de los sesenta, emparentadas con el pop británico. En la primera planta prosigue su investigación con los tricuatropatas, los peatones y los automovilistas, series en las que Gordillo asienta un lenguaje personal en el que coexisten elementos figurativos y geométricos.
La segunda planta subraya el trabajo con la fotografía, que en los años 70 sería fundamental, con obras como 'La sirenita' y 'Secuencias edipianas'. La sala mirador, por último, funciona como un 'flash-back', un salto en el eje temporal hacia los inicios de Gordillo, que dialogan por primera vez con José Guerrero, el otro pintor reivindicado por la joven generación plástica española de finales de los 70 y los 80.
Los dibujos automáticos de finales de los años 50 del sevillano, que registran su conexión con el informalismo de sus comienzos en París, comparten el espacio con las bioformas que el granadino alumbró apenas unos años antes en Nueva York. En el Museo de Bellas Artes del Palacio de Carlos V de la Alhambra, se recogen los últimos trabajos de Gordillo, desde los años 80 a la actualidad.