La vacunación precoz reduce el riesgo de que los niños con rinitis alérgica sufran asma
El retraso en la derivación al pediatra alergólogo y la falta de confianza en estas vacunas hace que no reciban el tratamiento adecuado
Los niños con rinitis alérgica estacional o persistente deben ser derivados al pediatra alergólogo para iniciar un tratamiento con inmunoterapia y reducir el riesgo de que acaben siendo asmáticos. Así lo advierte la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP), que recuerda que las vacunas son en la actualidad un tratamiento eficaz para controlar los síntomas de alergia respiratoria. Sin embargo, el retraso en la derivación al pediatra alergólogo y la falta de confianza en estas vacunas, hace que muchos niños no reciban el tratamiento adecuado. Por todo ello, ante las primeras consultas de la temporada por rinitis que se han producido en las últimas semanas con la cercanía de la primavera, resaltan la importancia de distinguirlas del catarro común y resfriado, y derivar al especialista si los síntomas son estacionales o persistentes.
La Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica (EAACI) recomienda un tratamiento de entre tres y cinco años, dependiendo de los casos, de inmunoterapia subcutánea o sublingual para niños y adolescentes con rinitis alérgica moderada a grave, desencadenada por alergia al polen, para prevenir el asma hasta dos años después. “La inmunoterapia con alérgenos es capaz de alterar el curso natural de la enfermedad alérgica, por lo que resulta un tratamiento muy eficaz para evitar el desarrollo de nuevas sensibilizaciones”, afirma la doctora Cristina Rivas, miembro del Grupo de Trabajo de Inmunoterapia de la SEICAP. Uno de los estudios más importantes hasta el momento sobre la inmunoterapia con alérgenos, realizado con más de 800 niños con edades entre los 5 y 12 años de 11 países europeos, llamado GAP, permitió demostrar que la inmunoterapia con gramíneas tiene efectos mayores en la prevención de los síntomas de asma cuando el tratamiento se inicia a una edad más temprana. Comprobaron que las vacunas tuvieron un efecto a largo plazo sobre la rinoconjuntivitis alérgica y previnieron la aparición de los síntomas de asma, incluso hasta dos años después de finalizado el tratamiento.
La inmunoterapia, tanto sublingual como subcutánea, “es de especial importancia en edades pediátricas, sobre todo en los niños con alergias al polen estacional”, asegura la doctora Rivas. Se emplea a partir de los 5 o 6 años. Por ello, tal y como destaca esta especialista, “es fundamental que aquellos casos de rinitis estacional o persistente, comunes en esta época del año cuando suele empezar la polinización de muchas plantas potencialmente alérgicas, inicien un tratamiento con vacunas. De esta manera se controlarán sus síntomas y, por tanto, mejorarán su calidad de vida”. La rinitis alérgica causa síntomas que pueden llegar a ser molestos y reducir la capacidad de los niños para realizar ciertas actividades. “Suele provocar picores muy intensos en nariz, oídos y paladar, muchos estornudos, goteo continuo de nariz, taponamiento, dolor de cabeza, falta de concentración o dificultad para conciliar el sueño”, comenta.
Niños polisensibilizados
La rinitis alérgica es la enfermedad alérgica crónica más común en niños y su prevalencia oscila entre el 8,2 y el 38% en la población pediátrica española, según un estudio realizado por pediatras alergólogos españoles. El 60% de ellos tiene rinitis alérgica estacional, causada sobre todo por el polen de olivo y/o gramíneas. “En función de la zona geográfica en la que resida el niño tendrán alergia a un tipo de polen u otro. En la zona del norte o centro de España son más comunes las rinitis alérgicas causadas por un único polen. Sin embargo, en la zona del Mediterráneo y sur de España nos encontramos con más pacientes polisensibilizados que tienen síntomas nasales y oculares durante períodos largos del año”, indica la doctora Rivas. En este sentido, “los avances en el diagnóstico molecular nos han permitido una mayor precisión para conocer el alérgeno causal de la enfermedad, utilizando vacunas específicas individualizadas y personalizadas para la alergia concreta de cada niño”, asegura.
Por estos motivos, la EAACI considera necesario garantizar que los profesionales de Atención Primaria reconozcan la inmunoterapia con alérgenos como opción de tratamiento para las enfermedades alérgicas y que tengan las herramientas necesarias para poder derivar al niño al pediatra alergólogo. “Además, también es fundamental que los niños y sus familias conozcan estas vacunas como una opción de tratamiento”, concluye la doctora Rivas.