La vida costumbrista de Ogíjares

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A sus 82 y 66 años, Domingo Molina y Mª Carmen Guerrero llevan toda una vida coleccionando historia; la historia de Ogíjares, de Granada y Almería, y de sus ciudadanos. Utensilios de labranza, herramientas de trabajo, menaje de cocina, sellos, monedas, botellas de alcohol y hasta 300 cajetillas de tabaco del siglo XX y XIX de un alto valor etnográfico componen el tesoro de este matrimonio ogijareño. Ahora, gracias a un acuerdo de los propietarios con el Ayuntamiento de Ogíjares, este retrato de la vida cotidiana del pueblo y alrededores pasa a manos de los vecinos, pero manteniendo intacta su esencia.

El equipo de gobierno y la pareja de maestros jubilados han firmado un convenio para ceder de forma gratuita la colección de piezas al Ayuntamiento de Ogíjares con el objetivo de dar a conocer este legado, de gran interés cultural, que forma parte de la memoria histórica de la localidad. “Para nosotros es un orgullo que nuestra colección pueda exponerse en el pueblo y que pueda ser conocida y visitada por todos nuestro paisanos”, aseguran los propietarios.

Para cumplir con esta finalidad, el equipo de gobierno creará el Museo Etnológico Molina-Ramos en el actual Hogar del Pensionista del edificio consistorial, una vez que este servicio a los mayores se traslade a los bajos de Visogsa, en la calle Padre Vidagor. “Vamos a instalar el bar y el salón de juegos del Área del Mayor en los locales de las antiguas escuelas y así poder empezar a montar en este espacio el museo etnológico antes de que termine el año”, explica el alcalde de Ogíjares, Francisco Plata, que prevé que la muestra podrá abrir sus puertas antes de que acabe la actual legislatura.

Un plazo relativamente corto si se compara con el tiempo dedicado por Domingo Molina y Mª Carmen Guerrero a la recolecta de los enseres que se expondrán en el museo. “Domingo es coleccionista por herencia de sus padres, que ya tenían una buena cantidad de objetos, y yo también guardaba monedas y sellos desde joven, cuando vivía en Tahal (Almería), mi pueblo”, comenta Mª Carmen Guerrero. Fue a raíz de la muerte del padre de él, en 1978, cuando el matrimonio decide organizar sus enseres en los bajos de su casa y aumentar la colección, con la colaboración de amigos de distintos puntos de la geografía española -que incluso les dedicaron los obsequios- y el legado de sus familias. “Mi padre trabajaba en el campo y tenía también una tienda, así que pude obtener herramientas del campo, balanzas y pesos que ellos utilizaban”, recuerda Domingo.

Lo que comenzó con unos cuantos arados, yugos y horcas de labranza dispuestos a lo largo del patio, pasó a ser una muestra de útiles del campo, utensilios de cocina, gramófonos, cestas y albardas del siglo XX y, algunos casos, del XIX, convirtiéndose en la actualidad en un reflejo de las antiguas costumbres, tradiciones y formas de vida de la zona. “Tenemos muchos objetos muy interesantes, aunque a a nivel personal le tenemos mucho cariño a unas albarcas de mi tatarabuela, una guitarra que me regaló mi madre en 1974 al terminar Magisterio o un reloj de la familia de Domingo con más de 120 años”, detalla Mª Carmen. Como anécdota, algunos de los objetos que podrán verse en el Museo Etnológico Molina-Ramos de Ogíjares proceden de San Clemente, un pequeño pueblo cerca de Huéscar que desapareció por la construcción de un pantano y donde la pareja de vecinos ejerció la docencia.

Asimismo, los coleccionistas también han cedido al Ayuntamiento de Ogíjares un piano vertical, que se ha entregado a la Escuela Municipal de Música y Danza de Ogíjares, y un tractor con remolque, que se dedicará al ornamento del municipio.