La visita de Obama devolverá las relaciones entre España y EEUU a la normalidad previa a la etapa Zapatero
El presidente de EEUU visitará nuestro país entre hoy y el lunes
La visita que el presidente de EEUU, Barack Obama, hará entre el sábado y el lunes a España devolverá la relación bilateral hispano estadounidense a la normalidad previa a la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero, cuando se produjo el desencuentro con la Administración de George W. Bush por la retirada de las tropas de Irak y el llamamiento a otros aliados a seguir el ejemplo de España.
Desde los tiempos de Richard Nixon en los primeros años de la década de los 70, todos los presidentes de EEUU habían visitado España durante su mandato. Barack Obama iba camino de convertirse en una rara excepción, cuando además no había motivo que justificara evitar viajar a España.
Más bien al contrario. La colaboración española para convertir la base de Rota (Cádiz) en base naval del escudo antimisiles de la OTAN y hacer de la base aérea de Morón de la Frontera (Sevilla) sede permanente de la fuerza de reacción rápida de los marines de EEUU frente a crisis en Africa constituían esfuerzos pendientes de reconocimiento por parte de EEUU.
"Nos lo debían (la visita de Obama)", reconocen fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, que tan solo lamentan que la presencia de Obama se haya conseguido cerrar a apenas cuatro meses de las presidenciales en EEUU, y con un Gobierno en funciones en España, con lo que la visita no tiene la misma trascendencia que si se hubiera realizado antes de que España se pusiera en modo electoral.
Las relaciones entre España y EEUU se remontan al momento mismo del surgimiento de la nación americana tal y como la conocemos en la actualidad, allá por finales del siglo XVIII. Dos años después de la plena independencia norteamericana, España estableció relaciones diplomáticas con EEUU en 1785.
Pero las tensiones entre los dos nuevos aliados no tardaron en surgir. El apoyo de EEUU a los movimientos de independencia de las colonias españolas generó un enfrentamiento con España que culminó en la guerra de 1898, en la que España perdió en favor de EEUU sus últimos territorios de ultramar (Cuba, Puerto Rico, Filipinas, las Islas Marianas y Guam).
La Guerra Civil marcaría de nuevo un enfrentamiento con EEUU que se prolongaría casi hasta la década de los 60. Las simpatías de los estadounidenses por el bando republicano --unos 3.000 norteamericanos combatieron junto al Ejército 'rojo'-- derivaron en el aislamiento internacional del régimen de Francisco Franco hasta que Washington comprendió que el general podría convertirse en un aliado frente al comunismo, por lo que decidió darle su bendición con una visita del presidente Dwight D. Eisenhower en la Navidad de 1959.
Es ahí cuando EEUU comienza a pensar en España como lugar estratégico en el que tener bases militares desde las que poder actuar en el Mediterráneo o en Africa y por eso decide ayudar económicamente a España a cambio de la construcción y posterior uso de las bases de Torrejón de Ardoz (Madrid), Rota (Cádiz), Morón de la Frontera (Sevilla) y Zaragoza.
Tras la muerte del general Franco, su sucesor, el Rey Juan Carlos, eligió EEUU para su primer viaje oficial al extranjero, lo que sirvió para afianzar la transición política española pero también para que la nueva España aumentara sus apoyos internacionales.
Sin duda, la relación más estrecha que los dos países han mantenido se dio en tiempos de los Gobiernos de José María Aznar y George W. Bush. Aznar tenía el objetivo de elevar el peso internacional de España y aspiraba a introducir a este país en el selecto club del G7, los países más industrializados del mundo.
Y para conseguirlo consideró que debía acercarse a EEUU, apoyando sus intereses aun a costa de enfrentarse con Europa, como ocurrió con su apoyo a la Guerra de Irak. La victoria de José Luis Rodríguez Zapatero y su retirada unilateral de las tropas de Irak --que llevaba en su programa electoral-- supusieron el mayor desencuentro entre ambos países de los últimos tiempos, que ha tardado años en cicatrizar.
Más que la retirada de las tropas en sí, a EEUU le indignó que Rodríguez Zapatero osara incluso a animar al resto de países de la coalición a salir de Irak siguiendo el ejemplo de España, durante una visita a Túnez.
VETADO EN LA CASA BLANCA
Zapatero estuvo vetado desde entonces en la Casa Blanca y los contactos con Bush se limitaron a algunos saludos en foros internacionales y unas pocas conversaciones telefónicas.
El presidente español se convirtió así en uno de los pocos dirigentes mundiales que no llegó a pisar la Casa Blanca para visitar a Bush. No obstante, pudo entrar finalmente en la residencia del presidente de los Estados Unidos con motivo de su participación en la cumbre del G-20 en Washington en noviembre de 2008, donde Bush le recibió, como al resto de líderes, en el vestíbulo de la Casa Blanca.
Con la llegada de Barack Obama a la presidencia de EEUU, la relación bilateral comenzó a mejorar. Zapatero fue invitado a reunirse con Obama en la Casa Blanca y, ya con el Gobierno de Mariano Rajoy, tanto éste como los Reyes han hecho diversas visitas al país.
La única anomalía que quedaba por superar era el hecho de que Obama no hubiera visitado España en todo su mandato, algo que finalmente ocurrirá con la visita que efectuará entre el 9 y el 11 de julio.