Laboratorio de Microbiología del San Cecilio: donde comienza la lucha contra el coronavirus

Este centro referente a nivel andaluz secuencia el virus para detectar las nuevas cepas y brinda a la atención primaria una respuesta rápida para cortar las cadenas de transmisión

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Laboratorio de Microbiología del Hospital Clínico San Cecilio | Foto y vídeo: Carlos Gijón
Ainoa Morano
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Desde que comenzó la pandemia del coronavirus en marzo de 2020, la noticias del día a día se han basado, casi en exclusiva, en todo tipo de informaciones relacionadas con la enfermedad. Número de PCR diarias, incidencia acumulada, vacunas... todos estos términos suenan ya a algo cotidiano para toda la población, pero seguro que para muchos el estudio de las nuevas variantes es algo totalmente desconocido y, más probable aún, muchos no sabrán que Granada cuenta con un laboratorio de Microbiología pionero en Andalucía por su trabajo en la investigación y secuenciación del Covid-19.

Para empezar, el coronavirus es ARN, esto quiere decir que tiene base de cuatro letras al igual que el ADN. Cuando se secuencia, se "leen" todas las letras del virus y se comparan con otras secuencias de todos los coronavirus existentes para así saber de qué variante se trata. Este trabajo es el que realiza el laboratorio de Microbiología del Hospital Universitario Clínico San Cecilio. GranadaDigital se ha adentrado en este "búnker" para conocer de primera mano el trabajo que se hace desde el hospital en la lucha contra la pandemia.

Además de estudiar el virus y todas sus variantes, el laboratorio también se encarga de analizar las pruebas de diagnóstico del coronavirus, es decir, determinan si una PCR ha dado negativo o positivo. Federico García, jefe del servicio de Microbiología del San Cecilio explica que "ahora estamos en un momento complicado ya que los casos están aumentando día tras día. El pasado miércoles hicimos un pico de 2.200 PCR, aunque en el momento más bajo de la pandemia se hacían unas 700-800 pruebas diarias. El peor tramo fue en la segunda ola, en noviembre de 2020, cuando llegamos a hacer 4.000 PCR al día".

La labor de este laboratorio es fundamental para la lucha contra la epidemia, no solo por la secuenciación del virus y la detección de las nuevas cepas en los positivos, sino también por su labor en el día a día. "Nosotros ponemos nuestro trabajo al servicio de los pacientes, la rapidez y la calidad son nuestras máximas. No ha habido un solo día que a las doce de la noche no hubiésemos tenido todos los resultados de las pruebas realizadas. Con todo esto lo que hacemos es dar un mejor servicio a la atención primaria para que se puedan hacer rastreos, clasificar a los pacientes y agilizar al máximo el corte de las cadenas de transmisión", apunta Federico García.

La variante Ómicron copa, en estos momentos, la mayor atención de los científicos. La forma de detectar esta nueva cepa del virus se puede hacer por dos vías; bien por un criterio epidemiológico donde se investigan los casos de los contactos o viajeros que vienen de los países donde se ha descubierto la variante, o bien estableciendo una serie de marcadores en las PCR de cada una de las variantes. En el hospital universitario, el pasado miércoles se hicieron 2.2000 pruebas, de ellas, un 18% fue positivo y tal y como explica el jefe del servicio de Microbiología, "ya sabemos cuáles pueden ser Ómicron y estamos secuenciando esas pruebas para determinar con exactitud cuáles son de esa nueva variante".

Este laboratorio es referente a nivel andaluz por dos razones. Por un lado, por tener una experiencia demostrada en secuenciación de ácidos nucleicos, en concreto con el VIH y por tener los instrumentos necesarios para hacer este proceso y por otro, por ser los primeros de toda Andalucía en secuenciar la variante Alpha., siendo así referente junto con el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla.

Ante la posibilidad de que la variante Ómicron sea el final de la pandemia como muchos expertos aseguran, Federico García apunta que "es muy arriesgado decirlo, lo que está claro es que el coronavirus está evolucionando hacia una variante menos patógena y que pueda establecerse ocasionalmente originando epidemias. Lo que está claro es que la variante Ómicron es un punto de partida, tiene una capacidad de transmisión impresionante, lo vemos en la tasa de reemplazo, pero parece que es menos patógena. Si se confirma que no tiene tanta severidad en los cuadros que produce, puede que sea el primer paso para el fin del coronavirus".