El lado oscuro de la Navidad: pasar las fiestas en la calle

En Granada, 12 personas sin hogar han fallecido este 2024, una situación crítica que se encuentra bajo distintas polémicas actualmente

Victor, sin hogar desde hace varios meses en Granada I Foto Alicia Gonçalves
Victor, sin hogar desde hace varios meses en Granada I Foto: Alicia Gonçalves
Alicia Gonçalves
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Navidad, ese momento en el que tradicionalmente se aprovecha para compartir un momento de calidad junto a familiares u amigos y, claramente, acompañado de una buena comida. Cuando uno lo pierde todo, esta fiesta también pierde su color. Por si la falta de recursos fuera poco, a esto se le suma también el descenso de las temperaturas en esta época del año. Una fecha amarga para una buena parte de la sociedad que lucha cada día por su supervivencia sin un techo bajo el que dormir.

González es usuario de la Fundación Atenea. Nacido en Barcelona de "madre granaína y de padre murciano", González ha vivido en distintos lugares junto a su mujer y su hija y, después, junto a su nueva pareja e hija. Fue politoxicómano y, a pesar de haberlo dejado, explica que a raíz de esto atraviesa a veces fases de depresión aunque en ese momento se encuentre bien. Está en Granada para vivir cerca de sus retoños, que superan ahora mismo la veintena. Con una faz seria, empieza compartiendo su preocupación por el traslado de este refugio a la Zona Norte. Desde hace tres años, ocupa una cueva en el Sacromonte e indica que en cuanto el Ayuntamiento sabe que tienen luz y agua, "mandan a la policía y cortan todo", explica mientras señala que ha vivido sin ambos servicios. Ahora, tienen acceso al agua pero no a la electricidad, aunque se "apañan" utilizando "bombillas LED y baterías", termina González. Viene al centro para el aseo.

Comenta que vive con una pensión por minusvalía de unos "400 y poco euros" por lo que se enfrenta a la siguiente situación: alquiler o comer y se decidió por la segunda opción. Nunca ha celebrado la Navidad ya que proviene de una familia creyente de Jehová. Sin embargo, sí que reconoce, con una sonrisa, que a sus hijas sí que les ha dado algún regalo por los Reyes Magos y se han reunido para comer. Comparte que esta fiesta la ve como algo "muy hipócrita, muy falso todo" pero que "hay que soportarla", indica aunque sonríe al pensar que va a ver a sus hijas para estas fiestas ya que es, desde hace poco, abuelo.

Enríquez es otro usuario de este centro. Asegura que estuvo presente desde su apertura y que es el "número tres" del listado de beneficiarios. Enríquez explica que pasó gran parte de su vida 'encerrado', como él mismo describe su paso por centros reformatorios y prisión. Ahora, lleva 18 meses en situación de sinhogarismo. Tiene familia, "dos niños grandes y nietos", aunque menciona con frecuencia la ausencia de su madre y la mala relación con su padre. Para él, la Navidad es un día más de supervivencia. "Desde que se fue mi madre, para mi no hay ni Navidad ni nada", comenta el hombre.

La supervivencia en la calle es difícil confiesa Enríquez. Hace tan solo unos días, el hombre explica que tuvo que acudir a otro albergue en el que tuvo que dormir junto a otros usuarios en una cochera "con una colchoneta y dos mantas (...) donde había sitio", dice Enríquez. A veces, no come a su hambre continúa explicando ya que en la asociación se reparten unas bebidas y bocadillos, por lo que accede a otros centros para tener más comida. Admite que a veces no es suficiente, pero "qué se le va a hacer" dice el hombre alzando los hombros.

Víctor, antiguo camarero, explica que se encuentra sin hogar desde hace varios meses. En ese momento se encontraba a escasos metros de la estación de autobuses de Granada pidiendo monedas a los viandantes. Al preguntarle por la Navidad, las lágrimas invaden sus ojos y comenta que es un momento que le da nostalgia. El hombre explica que perdió el trabajo, su padre y su mujer. Sus hijos los ve "según el convenio", dice mientras confiesa que intenta estar "arreglado" las veces que los ve. Continúa diciendo que cabe la posibilidad de que pase la Navidad junto a unos amigos pero explica que estar en situación de sinhogarismo no es fácil, sobre todo en invierno con las bajas temperaturas.

Recuerda que una vez le robaron los zapatos mientras dormía. "Si fueran nuevos, vale, pero tenían agujeros, pienso que el que se los llevó, los necesitaba más que yo", se convence a sí mismo. Explica también que se ha despertado con escarcha en los pantalones ya que, de noche, se refugia en las inmediaciones de dicha estación y que las temperaturas descienden. Al preguntarle por el acceso a los centros de ayuda parece dubitativo.

La preocupante situación del sinhogarismo en Granada

Una cifra aterradora: 12 personas sin hogar han perdido la vida en Granada este 2024. El pasado lunes 9 de diciembre fallecía una persona sin hogar a causa del intenso frío y, tan solo unas horas después, fallecía una segunda persona con graves síntomas de hipotermia. Ante tal situación, el Ayuntamiento de Granada había anunciado el pasado miércoles 11 de diciembre la activación del programa 'Ola de Frío' ante la llegada de las bajas temperaturas. Este dispositivo ha permitido la ampliación de plazas en ciertos albergues. En concreto, 20 sitios más en los centros de acogida municipales Casa Madre de Dios y el Centro de acogida para mujeres y familias, "con la posibilidad de incrementar los recursos si las circunstancias lo requieren", recoge la nota de prensa.

Se trata de una situación complicada que desde las asociaciones intentan paliar con los recursos que disponen. Los precios de la comida y otros utensilios básicos han sufrido una subida de precio estos últimos años que obligan a estas organizaciones a revisar sus compras y presupuestos. Para ayudar, la asociación EDICOMA pondrá a disposición desayunos de Navidad para este colectivo en su sede en la calle Colegios. Repartirán 2.100 desayunos de lunes a sábado, desde las 8:00 a las 9:30 horas, en los que también se incluirán bocadillos para media mañana con la posibilidad de repetir el desayuno.

Las asociaciones La Calle Mata y Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) han denunciado el pasado miércoles 18 de diciembre que el Ayuntamiento ha incumplido este acuerdo mencionado previamente "cuando se comprometió a dar una respuesta urgente y garantizar unas condiciones dignas", explican en una nota de prensa. A esta situación se suma otra dificultad: la sede granadina de Fundación Atenea que se encuentra en el corazón de la capital, se va a trasladar a Zona Norte. Una noticia que inquieta a los usuarios de estos servicios ya que tenían acceso directo a otros tipos de asistencia a tan solo unos pasos.

Esto se traduciría en tener que caminar varios kilómetros con todo a cuestas para acceder a servicios básicos. Las organizaciones previamente citadas comparten en la misma nota que la situación "se va a deteriorar aún más cuando se ejecute el cierre del Centro de Alta Tolerancia en el centro de la ciudad". Explican que se han ampliado un total de 30 plazas en la calle Varela y no "todas las necesarias" tal y como habían acordado, explican en el comunicado. Argumentan que este aumento de plazas no garantiza unas condiciones dignas para sus usuarios y concluyen firmemente que "Granada no puede permitirse más fallecimientos en sus calles".







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