Las larvas de escarabajo amplían la lista de insectos comestibles autorizados
Una vez la Comisión Europea apruebe su comercialización, será el cuarto incluido en el catálogo de nuevos alimentos
La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria dio su visto bueno hace unos días al consumo de preparaciones de larvas de una especie de escarabajo. Esta se convertirá en el cuarto insecto incluido en la lista de nuevos alimentos cuando la Comisión Europea apruebe su comercialización. Este aspecto es uno de los grandes escenarios que debe afrontar la sociedad. El crecimiento de la población mundial ha aumentado la importancia de buscar alternativas alimentarias.
Las excelentes propiedades nutritivas de los insectos, su bajo impacto económico y su económico coste son los mejores argumentos esgrimidos para que la ciudadanía les de una oportunidad. En la actualidad ya existe la opción de encontrar insectos enteros y otros productos que los contienen como ingrediente. Esta circunstancia se da desde 2018, año en el que entró en vigor el Reglamento de nuevos alimentos.
Si un operador aspira a comercializar un insecto para el consumo humano tiene dos opciones. La primera es que el candidato forme parte de la dieta tradicional de un país tercero durante al menos 25 años y posee un historial de uso alimentario seguro. La otra alternativa es ceñirse al procedimiento de autorización de nuevo alimento.
La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria ha evaluado la seguridad del consumo de preparaciones congeladas y liofilizadas de las larvas de escarabajo, concretamente de la especie Alphitobius diaperinus. Asimismo, ha advertido que puede provocar reacciones alérgicas, algo que ya ocurre en otros casos. Las otras tres especies autorizadas para su consumo son el grillo doméstico, el gusano de la harina y la langosta migratoria.