Las diferentes formas de Podemos en Granada

Un consejo: antes de leer el siguiente reportaje borre de su mente los esquemas clásicos de organización de los partidos políticos, los de “la vieja política”, como dicen ellos, para poder entender un modelo asociativo y participativo que ha desempolvado para su discurso verbos como ‘empoderar’ y ha aportado acepciones a sustantivos como democracia, “ese curioso abuso de la estadística”, según Borges.  ‘Ellos’, por cierto, son Podemos, una formación donde la pluralidad, la participación y la consulta constante a la masa crítica se exhiben como pilares insobornables y que sin embargo siempre tuvo –y tiene-, un líder oficioso que se convirtió en oficial en la gran ‘Asamblea Ciudadana Sí se puede’ celebrada el pasado 16 de noviembre  en Madrid, Pablo Iglesias.

ORGANIZACIÓN DEL PARTIDO

En esa asamblea de noviembre, todas las propuestas relativas a los principios éticos, políticos y organizativos se sometieron a votación para determinar cómo dar voz a los más de 260.000 inscritos en la unidad básica de la formación, sus círculos, que permanecen inmanentes. El resultado fue la constitución de tres órganos fundamentales, a saber,  Consejo Ciudadano, Comisión de Garantías y Secretario General, éste de evidente carácter unipersonal.

Así, el Consejo ciudadano es la parte orgánica del partido que facilita tener una estructura y dinamizar la organización, articulando la participación de la Asamblea Ciudadana, la parte sustancial de Podemos, el pueblo empoderado y soberano que debe aprobar las decisiones de calado y ejerce sus funciones de manera continua.  De forma paralela, la ‘Comisión de garantías’, formada en su mayoría por juristas, vela por el cumplimiento de los principios éticos y normas de funcionamiento de Podemos. El Secretario General, por último, ejerce funciones representativas del partido, asegura la coherencia estratégica del mismo y convoca a la asamblea para cuantas cuestiones sea necesario.

DE LO ESTATAL A LO LOCAL

De aquel 16 de noviembre no sólo surgieron los órganos y modos organizativos de PODEMOS; también se dio respuesta, no sin abiertas discrepancias, a una inquietud. Después del éxito de voto en las elecciones europeas y teniendo las elecciones generales como meta principal en el horizonte,  ¿concurriría PODEMOS a las elecciones municipales, previas a las generales? La respuesta es única y conocida, las razones en cambio son múltiples, no claras y tampoco exentas de controversia.

Sobre la no participación de PODEMOS como tal en las elecciones municipales, Sergio Pascual, secretario de Organización y miembro del Consejo de Organización del partido, explicó a este medio: "pretendemos que el proceso municipal se constituya en otra nueva oleada, y nuestra apuesta es que las candidaturas de Podemos sean candidaturas de unidad popular".

De hecho, las candidaturas de unidad popular a las elecciones municipales podrán, pero no necesariamente, ser el culmen de la etapa abierta el pasado 16 de noviembre, fecha de comienzo de las primarias locales de PODEMOS, el proceso de constitución y traslación del modelo organizativo estatal al ámbito de lo local, en la que análogamente se elegirán el Consejo Ciudadano y la Secretaría General. Es entonces cuando surgen las preguntas, ¿cómo se entiende que se articulen unas primarias locales de PODEMOS que no desembocarán directamente en una candidatura municipal bajo el mismo nombre? ¿Por qué no se da ese paso adelante?

Alberto Matarán, ciudadano que opta a la Secretaría General de Granada en la candidatura “Claro que podemos”, apunta entre otras razones al aperturismo participativo desde lo local para hacer política. Piensa además que  “para llegar a sectores sociales […] con una marca determinada no sería tan fácil llegar a ellos porque en sus contextos locales es muy fácil construir proyectos alternativos […]  es el momento ideal para hacer una candidatura que no necesariamente esté detrás de unas siglas, […] tengo la expectativa de que con eso seamos más potente que sólo con la marca”. Pero no sólo se trata de eso. Pablo Iglesias, en el contexto reciente de oleada de casos de corrupción, apuntaba a la posibilidad de que se infiltrara en las listas algún elemento no deseable.

AGRUPACIONES DE ELECTORES

Así pues, una vez constituidos los órganos locales de PODEMOS, será la Asamblea Ciudadana local, que en Granada cuenta con algo menos de 2300 personas, la que determine por votación si se concurre o no a las elecciones municipales. Ante el probable sí, se abrirá un nuevo proceso de constitución de la candidatura de unidad popular, formada no como partido, sino como agrupaciones de electores, formaciones políticas de un conjunto de ciudadanos que se asocian coyunturalmente para presentar una candidatura a unas determinadas elecciones, ciudadanos haciendo política.

El calendario electoral iniciado el 16 de noviembre continúa con la inscripción de candidatos hasta el 5 de diciembre, en listas abiertas o de manera individual, dando paso a una campaña electoral que termina el próximo 30 de diciembre, fecha en las que comienzan las votaciones telemáticas y que darán a conocer el 2 de enero al Consejo Ciudadano y la Secretaría General elegidos.

Varias candidaturas agrupadas por listas más otras individuales concurren a las elecciones primarias que son, entre las más importantes,  ‘Claro que Podemos’, descendiente de la capitaneada a nivel estatal por Pablo Iglesias y  ‘Sí se puede’, liderada por Marcos Gálvez y que conserva el ideario primigenio de la formación, previo a la moderación en el mensaje político.