Las elecciones europeas ponen en jaque al bipartidismo

Pablo_Iglesias_Podemos
Jaime Martín | @jmartinreporter
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En el 2004 llegaron a aglutinar más del 80% de los votos y en el 2009 volvieron a rozar ese porcentaje. Hoy, el Partido Popular y el Partido Socialista no llegan de manera conjunta al 50% de los votos, un hecho histórico que nunca había ocurrido en democracia. ¿Los ganadores de la partida? Sin duda, las 'pequeñas' formaciones, esas propuestas con más o menos recorrido que han sabido reconducir el desapego de una sociedad alejada de la clase política; así lo revela una tasa de abstención de casi el 55%, una cifra que no por esperada, deja de ser llamativa.

Las derecha e izquierda tradicionales representadas por populares y socialistas se enfrentan ahora a una nueva concepción de sus ideologías, a una reinvención de la manera de hacer política que tiene en Podemos el mayor exponente. Este partido de nuevo cuño, liderado por el periodista y profesor universitario Pablo Iglesias, ha hecho suyo el desasosiego de la izquierda para traducirlo en la sorpresa de estas elecciones, al alzarse con casi el 8% de los votos. En el otro extremo y con menor éxito se ha colado VOX, la propuesta de derechas del anteriormente popular Alejo Vidal-Quadras, que ha rascado el 1,56% de los votos y se ha quedado a las puertas de conseguir un europarlamentario. Y, entre medias, una miríada de colores, consignas e ideas políticas con mayor o menor fuerza: La Izquierda Plural - 9,99%-, UPyD -6,5%-, y Ciudadanos -3,16%-, con los nacionalistas catalanes siempre presentes.

PP 16 4073798 26.06 %
PSOE 14 3596008 23 %
LA IZQUIERDA PLURAL 6 1562435 9.99 %
PODEMOS 5 1245784 7.97 %
UPYD 4 1015887 6.5 %
CEU 3 850687 5.44 %
EPDD 2 629059 4.02 %
C'S 2 495067 3.16 %
LPD 1 324469 2.07 %
PRIMAVERA EUROPEA 1 299859 1.91 %
VOX 0 244899 1.56 %
PACMA 0 176223 1.12 %
EB 0 115293 0.73 %
MOVIMIENTO RED 0 105172 0.67 %
PARTIDO X 0 100096 0.64 %
PARTIDO ANDALUCISTA 0 49233 0.31 %
PIRATAS 0 38420 0.24 %

¿EL FINAL DEL BIPARTIDISMO?

Ni populares ni socialistas esperaban estos resultados en las elecciones. Los populares jugaban la baza de la recuperación económica y la tendencia tanto nacional como europea parecía indicar un nuevo repunte del partido. No ha sido así y a pesar de alzarse ganadores con el 26% de los votos y 16 escaños en el Parlamento Europeo, los de Génova han perdido la confianza de 2.636.000 electores. Ante estos datos y con las elecciones nacionales a la vuelta de la esquina, los populares optaron por cancelar la fiesta de celebración que tenían prevista e incluso líderes como el granadino Sebastián Pérez, han reconocido que "se ha producido un voto de castigo contra el bipartidismo". 

Pero el gran perdedor de la noche fue el PSOE, que cosechó su peor resultado en una elecciones - el 23%- y que así lo asumió, con una Elena Valenciano que dejó abiertos numerosos interrogantes durante su intervención y que reconoció el fuerte castigo de los electores. Así lo explicó también Teresa Jiménez, la secretaria provincial socialista que anoche tuvo que enfrentarse a unos datos agridulces: si bien su partido se alzó con la victoria sobre el PP por siete puntos en el computo global de la provincia, en la capital el PSOE volvió a caer por una diferencia de 13 puntos ante los populares.

Para los socialistas se abre ahora un periodo de reflexión en el que el secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, se va a encontrar en una situación política profundamente inestable; los ecos de primarias que han venido resonando durante los últimos meses tomaron anoche nuevo aliento.

Las consecuencias de los comicios de ayer van más allá del número de escaños que obtendrá uno u otro partido; la opinión de la sociedad se ha fragmentado y rehubicado en diferentes propuestas políticas que ya no son las tradicionales... o casi. De los partidos clásicos que se han salvado del exilio de votantes se encuentra a la cabeza Izquierda Unida. La formación de Cayo Lara ha triplicado su número de escaños en el Parlamento Europeo, pasando de dos a seis. Con casi el 10% de los votos, la tercera fuerza política por antonomasia ha conseguido rasgar nuevos votantes también en Granada, donde ha duplicado su número de votos pasando de 15.900 a 34.000 y provocando la euforia de Manuel Morales: "Pepe Torres ha dejado de estar legitimado para gobernar en Granada”. 

También tienen motivos para estar contentos en UPyD; los de Rosa Díez han pasado de tener el 2,8% de los votos al 6,5%, lo que se va a traducir en un incremento espectacular de eurodiputados para la formación magenta, que pasará de tener tan sólo uno a estar representado por 4. Por su parte, la líder local granadina, Mayte Olalla, lo tiene claro: "es el fin del bipartidismo".

LA SORPRESA Y LAS NOVEDADES 

Lo que comenzó a media tarde siendo un rumor en Twitter fue poco a poco convirtiéndose en algo sólido, real. Ese partido neonato de nombre Podemos parecía haber dado la campanada. Con un mediático Pablo Iglesias a la cabeza, la formación de izquierdas protagonizaba una irrupción pocas veces vista en el Parlamento Europeo. De la noche a la mañana, este nuevo partido se ha hecho con el apoyo de 1.245.943 españoles, el 7,97% de los votantes, y se catapulta a la cuarta posición en el ranking de fuerzas políticas del país. Nadie lo esperaba, ni tan siquiera ellos, como ha reconocido Jesús de Manuel, el líder local de un partido que en la capital granadina se ha hecho con el 7,52% de los votos. 

La responsabilidad que se le abre a Podemos no es pequeña, pero también la tendrán otras fuerzas políticas que a nivel nacional han llamado a la puerta: por un lado Ciudadanos, que obtiene dos europarlamentarios con el 3,16% de los votos y consigue salir definitivamente de Cataluña para convertirse en una propuesta a nivel nacional - que en Granada ha conseguido el 1,92% de los votos-; por otro lado se encuentra Primavera Europea, que ha conseguido un europiputado y el 1,91% de los votos. Y ya, aunque sin representación en Europa, se encuentra la propuesta de derecha VOX, que en Granada ha conseguido el 1,83% de los votos. 

¿Y ahora qué? Para Europa se abre una nueva legislatura que deberá afrontar el resurgimiento de la extrema derecha, con Le Pen como principal adalid de un movimiento que promulgará, desde el corazón del Parlamento Europeo, precisamente menos poder para las instituciones continentales. En el otro ala del auditorio se sentarán aquellos partidos, con PP y PSOE a la cabeza aunque seguidos muy de cerca por las nuevas propuestas, que abogan por una mayor presencia de la Unión Europea en la vida de los ciudadanos.

Y claro... en España habrá elecciones nacionales el próximo año, una partida que ayer comenzó a jugarse y cuyo resultado es más incierto que nunca.