Las leyes españolas contra el consumo de tabaco provocan un descenso en la mortalidad por infarto de miocardio
El número de hospitalizaciones por enfermedades respiratorias crónicas y los nacimientos prematuros también decrecen
La Ley 28/2005 y la normativa 42/2010 contra el consumo de tabaco han permitido que la mortalidad por infarto de miocardio disminuya en España, al igual que el número de hospitalizaciones por enfermedades respiratorias crónicas y los nacimientos prematuros, según se desprende de la monografía 'Evaluación de las políticas de control del tabaquismo en España. Revisión de la evidencia', realizado por el Grupo de Trabajo sobre Tabaquismo de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE).
Asimismo, y gracias a la "gran aceptación" social que han tenido ambas normativas, tanto por parte de los no fumadores como de los fumadores, se ha reducido la proporción de personas que fuman, el número de cigarrillos consumidos, así como la exposición al humo ambiental del tabaco. De hecho, se ha reducido en más de un 90 por ciento la exposición en los lugares de ocio sin verse afectados el volumen de negocio, más allá de la repercusión que haya podido tener en este sector la crisis económica.
Del mismo modo, según ha informado uno de los responsables del trabajo, Iñaki Galán, la mayoría de los fumadores respetan la prohibición de fumar, si bien todavía un 5 por ciento sigue fumando en el trabajo, un 9 por ciento en bares y restaurantes, un 4 por ciento en discotecas y pubs, un 9,8 por ciento en vehículos oficiales, un 2,2 por ciento en los taxis y un 4.7 por ciento en sus coches privados.
"Son buenas noticias pero no nos podemos dormir en los laureles ya que hay que mejorar", ha avisado uno de los miembros del Grupo de Trabajo sobre Tabaquismo de la SEE, Esteve Fernández. De hecho, en el trabajo, se destaca la necesidad de incorporar en la legislación el empaquetado genérico, desarrollar más campañas de publicidad para prevenir el consumo o igualar el precio de los diferentes productos del tabaco.
REGULAR EL USO DE LOS CIGARRILLOS ELECTRÓNICOS
Asimismo, se aboga por regular el uso de los cigarrillos electrónicos en lugares públicos, equiparándolos al tabaco; crear nuevos espacios libres de humo, especialmente en lugares donde haya menores y otros colectivos vulnerables como, por ejemplo, casas o vehículos privados; y mejorar la situación de espacio libre sin humo en los recintos de los hospitales y terrazas de bares y restaurantes.
Los expertos también solicitan en el trabajo ampliar la ayuda para la cesación del consumo del tabaco, valorando la posibilidad de desarrollar intervenciones específicas en colectivos vulnerables que podrían necesitar tratamiento farmacológico subvencionado y, a su vez, fomentar la formación de profesionales sanitarios en intervenciones efectivas para dejar de fumar.
"Hay que legislar también los cigarrillos de liar porque muchos fumadores lo están consumiendo ya que es el doble de barato. Además, es inconcebible que se permita fumar en algunas instalaciones deportivas, por lo que tenemos que hacer que se cumpla y se amplíe la legislación en este aspecto", ha enfatizado Fernández.
Estas declaraciones han sido corroboradas por la subdirectora general de Promoción de la Salud y Epidemiología de la Dirección General de Salud Pública, Calidad e Innovación del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Mª Araceli Arce Arnáez, quien ha destacado los avances logrados con ambas leyes, pero ha recordado que todavía "queda mucho por hacer".
Finalmente, ha recordado que está pendiente la transposición de la directiva europea sobre los productos del tabaco, así como la regulación a nivel nacional de los cigarrillos electrónicos y de "todos los productos a base de hierbas para fumar". No obstante, ha informado que su departamento ministerial va a llevar a cabo una campaña informativa en Internet para prevenir el consumo de tabaco entre los jóvenes.