Las mezquitas de Granada permanecerán cerradas ante las restricciones que persisten en la fase 1

La pandemia está impidiendo durante este Ramadán los rezos colectivos, los encuentros en las mezquitas y la socialización que caracteriza este mes especial para los musulmanes

mezquita mayor de granada
Mezquita Mayor de Granada | Foto: E.P./ Álex Cámara
Europa Press
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La comunidad islámica de Granada prevé mantener cerradas las mezquitas ante las restricciones que aún persisten en estos lugares de culto en la fase 1 del plan de desescalada, que prohíbe superar el 30 por ciento del aforo y no permite la apertura de los servicios, lo que impide a los fieles llevar a cabo el tradicional rito de lavarse rostro, brazos y manos antes de la oración.

Los musulmanes granadinos, que se encuentran inmersos en el Ramadán, optan así por "esperar, tener un poco más de paciencia" y abrir cuando se pueda acudir a las mezquitas de una forma más normalizada, según ha relatado a Europa Press el presidente de la Comunidad Islámica en España, Umar del Pozo.

En Granada son más de 36.000 personas las que componen la comunidad musulmana --de los que 2.500 son españoles conversos-- y además de la Mezquita Mayor, asentada frente a la Alhambra, existen otros 16 locales que se usan como lugares de culto repartidos por toda la provincia.

En su mayoría tienen poco aforo, por lo que se puede dar la circunstancia de que se llene y que cuando acuda la gente a rezar se les tenga que decir que no pueden entrar, una tesitura en la que ninguna mezquita quiere verse. A ello se suman otras restricciones que impiden hacer un uso normalizado de estos lugares, como las distancias de seguridad, el uso de mascarillas o la imposibilidad de abrir los baños para la ablución, el rito islámico de lavarse el rostro, los brazos y las manos antes de la oración.

La comunidad musulmana de Granada está celebrando por primera vez el Ramadán en confinamiento, sin acudir a las mezquitas donde tradicionalmente se rompe el ayuno de forma colectiva en la puesta de sol, dado que permanecen cerradas desde que se decretara el estado de alarma para evitar la propagación del coronavirus.

La pandemia está impidiendo durante este Ramadán los rezos colectivos, los encuentros en las mezquitas y, en general, el alto grado de socialización que caracteriza este mes especial para los musulmanes.