Las mujeres en edad fértil son las más propensas a sufrir lupus
La enfermedad afecta a una de cada 2.000 personas en España
Muchos son los mitos que se han cernido alrededor del lupus pero, ¿sabemos realmente qué es? Para deshacernos de todas las informaciones erróneas que han circulado a lo largo de los años sobre esta patología, hemos hablado con Juan Jiménez Alonso, catedrático de Medicina Interna y Jefe de Medicina Interna en el Hospital Virgen de las nieves.
El primer paso para adentrarnos en el conocimiento de una enfermedad es saber qué es. Tal y como afirma el catedrático, el lupus es una enfermedad generalizada o localizada solo en piel, perteneciente al grupo de las enfermedades autoinmunes en las que, por razones desconocidas, parte de las defensas del cuerpo atacan a la propia estructura humana.
“Parte del sistema inmunológico tiene una alteración que, no sabemos por qué, pero se convierten en anómalas y atacan a las propias estructuras, sobre todo a la piel y a las articulaciones”, recalca al respecto Jiménez Alonso.
En la actualidad se conoce la existencia de distintos tipos de lupus. El más común y frecuente es el lupus sistémico, que puede afectar a muchos órganos del cuerpo. Junto a éste se encuentra el lupus cutáneo crónico, que afecta casi exclusivamente a la piel. De igual modo, Jiménez Alonso explica que existe el lupus inducido por fármacos, que es parecido al sistémico, pero más benigno y que se produce por diversos fármacos como antibióticos o antiepilépticos.
Por último, se encuentra en lupus neonatal, producido por tener una mujer embarazada un anticuerpo llamado Ro y pasárselo al bebé por la placenta. En este caso, el recién nacido desarrolla un lupus en la piel “muy benigno” que dura solo dos o tres meses y desaparece.
Uno de los problemas que se encuentran los expertos al tratar esta enfermedad es que se desconoce su causa, por lo que erradicarlo se muestra imposible. Esto ha hecho que el lupus se convierta en una enfermedad crónica en la que sus síntomas duran mucho tiempo y evoluciona por brotes. “Cuando los brotes se intensifican, aumentamos las dosis y así conseguido controlarlo. Lo que intentamos es que el paciente tenga una vida razonablemente normal”, recalca Juan Jiménez Alonso.
Los síntomas más frecuentes que muestran la aparición del lupus son fiebre, dolores musculares, cansancio y aparición de manchas en la piel de color rojo, sobre todo después de la exposición al sol.
LAS MUJERES, LAS MÁS AFECTADAS
“El lupus es una enfermedad típicamente de mujeres en edad fértil, de tal forma que, de cada 10 pacientes, nueve son mujeres en edad fértil y solo uno es varón”, indica el catedrático de Medicina Interna. El porqué de este hecho se desconoce, pero entre los expertos se cree que las hormonas femeninas predisponen la aparición de esta enfermedad.
Para paliar los efectos del lupus, los expertos piden a sus pacientes que llevan a cabo una vida saludable en la que descansen adecuadamente, no abusen del alcohol, no fumen y no tengan estrés. Además, deberán utilizar cremas de alto factor de protección, vacunarse contra la gripe, el neumococo y el Virus del Papiloma Humano. Estas medidas, unidas al tratamiento farmacológico indicado por los médicos, ayudan a la que vida de los afectados sea lo más plena posible.
Uno de los grandes “bulos” que existen sobre el lupus es que es una enfermedad que suele desencadenar en la muerte del enfermo. Sobre este asunto, Juan Jiménez se muestra tajante: “Un enfermo de lupus tiene la misma posibilidad de morir que cualquier otra persona ya que la mortalidad por lupus es muy baja”.
Lo que sí es cierto, tal y como afirma el experto, es que sí puede pasar por algunas complicaciones que pueden ser las propias del lupus -según a los órganos que afecte- o infecciones debido a los tratamientos farmacológicos que se debe tomar.
Pero, a pesar de ello, el doctor quiere dejar claro que solo una de cada 2.000 personas padece esta enfermedad en España y, con el tratamiento adecuado y llevando una vida organizada y saludable, la calidad de vida de los pacientes puede llegar a ser igual que la de cualquier otra persona.