Las mujeres rurales granadinas reivindican su papel en la sociedad
AFAMMER pide revisar la Ley de Titularidad Compartida con el fin de que cumpla las expectativas con las que se aprobó
Hace pocos días, el 15 de octubre, Granada celebraba el Día Internacional de la Mujer Rural. Este día reconocido por Naciones Unidas, viene a reconocer la función y contribución de la mujer rural, incluida la mujer indígena.
En nuestra provincia existe una Asociación de Familias y Mujeres del Medio Rural que depende de la Confederación AFAMMER, y que desde 1982 persigue que las mujeres rurales sean más visibles, que su voz se escuche en todos los foros nacionales e internacionales para alcanzar el reto de la igualdad real de oportunidades.
Este año la asociación decidió meterse en la piel de las mujeres agrícolas y pasar un día con ellas trabajando en su invernadero para conocer de primera mano su día a día. “Hemos participado tanto en la recogida como el envasado del pimientos”, explica a Granada Digital Inmaculada Torres, la presidenta de AFAMMER en Granada. Con ello la asociación ha querido transmitir a la sociedad, dar a conocer y hacer visibles a esos seis millones de mujeres españolas que han decidido emprender una actividad en el medio rural.
LEY DE LA TITULARIDAD COMPARTIDA
En esta línea, la presidenta nos informa de cuáles son los principales problemas a los que se enfrenta este sector de la población. “La mayoría de las mujeres tienen una dependencia laboral del marido o compañero, ellas desarrollan un doble trabajo: en el hogar y en el campo, sufriendo una doble discriminación”, nos explica Inmaculada, quien añade que una de las viejas reivindicaciones de las mujeres rurales ha sido la revisión de la Ley de la Titularidad Compartida, aprobada en 2011, “ya que no ha cubierto las expectativas que se habían marcado”.
Y sobre las necesidades, Inmaculada hace hincapié en la formación y la información. “La mujer cada día demanda más formación e información para administrar sus explotaciones agrarias y mejorar así su producción, y como no, reivindican su espacio en los órganos de dirección de las cooperativas”, desgranada Inmaculada.
La asociación es consciente de que aún queda mucho trabajo por hacer, pero se han marcado un reto: crecer en la provincia para dar la máxima cobertura a estas mujeres que precisan herramientas que canalicen sus inquietudes y necesidades. “Hasta ahora contamos con delegaciones en Otura, Lanjarón, Peligros y Motril, localidades en las que nos hemos afianzado. Además hemos trabajado con cursos de formación en otras muchas localidades de la provincia y ahí estamos aunando esfuerzos para crear esas nuevas delegaciones”, asegura la representante de esta asociación.