Las posturas de Limasa y de trabajadores siguen atascadas y la posibilidad de una huelga está cada vez más cerca

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A falta de cinco días para el inicio de la huelga indefinida en el servicio de limpieza de Málaga capital, trabajadores, empresa y el Ayuntamiento, con el alcalde, Francisco de la Torre, a la cabeza, han vuelto a dejar patente que la negociación está atascada y que la posibilidad de un acuerdo para evitar el paro en Limasa es cada vez más difícil. Con independencia de ello, se presentará este martes oficialmente ante la autoridad laboral el Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), que entraría en vigor a partir del 1 de enero.

Representantes municipales y de los trabajadores se reunieron en la mañana de este sábado, aunque tras tres horas interrumpieron la negociación para que el alcalde asistiera a los actos previstos en su agenda, continuando por la noche. Sin embargo, de poco han servido las otras casi cinco horas y acabar en la madrugada del domingo, ya que, pese a nuevas propuestas, no ha habido cambio en las posiciones y la situación continúa encallada.

Pese a que para los trabajadores este nuevo encuentro ha supuesto "seguir en la misma postura, estar bloqueados", el alcalde ha afirmado al término de la reunión que se había producido "un acercamiento, aunque no suficiente para cerrar un acuerdo y dejar todo el horizonte despejado", confiando en aprovechar el tiempo antes del día 20 para encontrar una solución, algo que "deseamos todos".

AYUNTAMIENTO

El Ayuntamiento, que tiene el 49 por ciento del accionariado, ha puesto sobre la mesa en esta reunión, en el marco de la negociación desde el 1 de enero de 2013 hasta el 31 de diciembre de 2016, una rebaja salarial de un 1,65 por ciento con congelación de la antigüedad y de la paga de productividad --la plantilla renunciaría a los 251 euros de aumento previstos para 2014--, lo que supondría un ahorro de 1,5 millones de euros. Si la vigencia del convenio fuera menor, la disminución en el sueldo sería mayor, aunque De la Torre no ha concretado cuánto.

Otros conceptos como la reducción en el vestuario y la eliminación de la cesta de Navidad y de la diferencia que pone la empresa en los casos de baja permitiría un ahorro de aproximadamente 500.000 euros anuales, según el regidor.

En lo que sí habría a priori acuerdo es en la distribución de las vacaciones a lo largo de todo el año y la jornada semanal de lunes a viernes, trabajando uno de cada cuatro sábados, lo que permitiría un ahorro, en comparación con 2012, de unos 4,5 millones de euros.

Para De la Torre, "los números planteados significan la posibilidad de un acuerdo". "Es lo menos malo que puede pasar", ha opinado, añadiendo que, "comparado con otras empresas del mismo sector de otras ciudades y lo que pasa en el conjunto de la economía, sería bastante admisible para los trabajadores".

Según ha manifestado, la solución pasa siempre por un convenio hasta el 31 de diciembre de 2016, ya que "será positivo para todos". "Hoy la perspectiva de la situación económica no es de bajar, sino de estabilidad y de recuperación, por lo que se puede contemplar un convenio con más seguridad para ambas partes", ha declarado, precisando que tanto los ciudadanos como la plantilla, "después de tantos momentos de tensiones, agradecerían tener un panorama despejado en las mejores condiciones posibles".

TRABAJADORES

Los trabajadores, por su parte, han criticado que De la Torre "hable solo de recortes y recortes sobre la plantilla, pero no de la parte privada", porque así "es complicado llegar a un punto de encuentro", en palabras del presidente del comité de empresa, Manuel Belmonte (UGT).

Han vuelto a proponer prorrogar a 2014 el laudo arbitral que evitó la pasada convocatoria de huelga o una rebaja del 2,6 por ciento sobre la tabla salarial, partiendo del convenio colectivo con el acuerdo alcanzado el pasado mes de marzo, pero sin tocar la antigüedad. Unas medidas que, sin embargo, "no son valoradas en su justa medida", han lamentado.

Han insistido en que se valore económicamente la renuncia a los seis días naturales adicionales de vacaciones, algo que la empresa no acepta puesto que "no supone ningún ahorro porque ahora mismo no hay ese gasto", según De la Torre. Ante esto, los representantes sindicales han defendido que "si no tienen valor, se descansarán", y hablan de distribuir las vacaciones en 15 y 21 días.

A juicio del comité, el ahorro con las medidas propuestas por la empresa "no es de 6,8 millones, sino que superaría los 10 millones", según Belmonte, quien ha dicho que están dispuestos a seguir negociando, pero "no si siguen encabezonados en que todo recaiga en los trabajadores". "Entendemos que nos están tomando el pelo", ha advertido.

Por su parte, Francisco Morales, de CGT, ha insistido en criticar "la defensa a ultranza de los socios privados, cuyos ingresos se salvaguardan a costa de recortar a los trabajadores". "Siempre son las mismas siglas, los mismos colores --en referencia al PP-- y el mismo modus operandi", ha criticado.

Por ello, ha pedido al Ayuntamiento que "sea valiente y eche a la calle a las empresas privadas --tienen el 51 por ciento del accionariado--, que se llevan el dinero por no hacer nada". En este punto, han dejado claro que "los únicos chantajeados en este proceso somos los trabajadores de Limasa: o aceptamos los recortes o se aplica un ERTE".