“Las quejas por los pisos turísticos son demagogia”

Imágenes de turistas con una actitud poco cívica o pintadas contra los extranjeros que pasan unos días en Granada. Este es el día a día en el barrio del Albaicín.

Es innegable que gran parte de la ciudad de la Alhambra vive de sus visitantes. Durante los primeros seis meses de 2019 ya ha recibido a casi un millón de turistas. Además, en Granada se está consolidando el auge de los apartamentos turísticos. El nuevo modelo de hospedaje surgido en la última década coloca a la ciudad como la segunda que más viajeros atrae a estos pisos en Andalucía, que son ya casi 20.000 en la zona.

“Es demagogia. Hay muy pocas viviendas turísticas en comparación con las residenciales. Solo conozco una ciudad en España que tenga un número de quejas para estas viviendas”, afirma el presidente de Federación Española de Viviendas Turísticas, Tolo Gomila.

Las viviendas turísticas son competencia de cada comunidad autónoma, por lo que en cada territorio hay una regulación. Aun así, los avances a nivel legal han sido varios en los últimos años. “Se consiguió una modificación en la que los propietarios tienen que informar de los ingresos percibidos por los pisos que tienen”, una medida que, según Gomila, hace que se reduzca la oferta, al evitar que puedan ejercer las personas que no declaran sus ganancias con esta actividad.

En el caso de generadores de problemas, la Federación Española de Viviendas Turísticas también considera que hay herramientas que les amparan. “Se ha avanzado en el registro de clientes para el control, algo que nos hace más competentes”, señala.

Gomila afirma que el sector no se siente discriminado por la administración y compara la proliferación de estos hospedajes al nacimiento de las aerolíneas de bajo coste, algo normalizado hoy en día. De todos modos, Tolo Gomila afirma que el sector está “en modo preventivo” ante los ataques.

Fevitur se desvincula la subida del alquiler de las viviendas turísticas

Fevitur se desvincula la subida del alquiler de las viviendas turísticas, según el Banco de España, la aparición de nuevas formas de alquiler vacacional en algunas de las grandes ciudades españolas, especialmente concentradas en los barrios céntricos, podría competir con la oferta de alquiler residencial.

"En caso de concentrarse en un área específica, el desplazamiento a la actividad turística de un porcentaje significativo de viviendas potencialmente destinadas al alquiler podría generar un incremento de los precios del alquiler residencial", alerta, aunque matiza que la evidencia no es concluyente por la "escasa y poco fiable" información.

De acuerdo con la información de plataformas como Airbnb y HomeAway, el número de viviendas de alquiler vacacional ofertadas a mediados de 2018 en España se situaba alrededor de 200.000, la mayor parte concentrada en Barcelona, Madrid, Málaga, Sevilla y Valencia.