Laura Bueno: "Cuando piense en todo lo que he hecho, no me lo voy a creer"

El atletismo español tiene nombre granadino. La ciudad de la Alhambra es la cuna de algunos de los velocistas con más futuro (y presente, en muchos casos) de España, pero un nombre se alza con fuerza sobre todos los demás: el de Laura Bueno.

La atleta granadina está firmando un 2018 fuera de cualquier registro. Esta temporada ha revalidado el título de campeona de España de los 400 metros en pista cubierta, algo que lograría también al aire libre este fin de semana, logrando además la séptima mejor marca española de todos los tiempos: 52,17. Además, es experta en romper récords, como ya ha demostrado este año batiendo primero el de los 300 metros y después el de 600, que llevaba 25 años en vigor, desde que lo estableció Sandra Myers en 1995. Su gran año a nivel individual se completa con el Campeonato de España de comunidades autónomas, donde logró el mayor número posible de puntos para Andalucía y batió su marca personal al registrar 52,46.

En el horizonte se encuentran ahora dos grandes retos para Laura Bueno. El primero de ellos será el Campeonato de Europa de Berlín, celebrado del 6 al 12 de agosto, mientras que del 24 al 26 la granadina representará a España en los Juegos Iberoamericanos en Trujillo, Perú. Para la primera de las competiciones, la velocista se marca como objetivo "pasar de semifinales", así como "romper la barrera de los 52 segundos en los 400 metros", aunque reconoce entre risas que "va a estar complicado porque todos los días no se van a romper marcas personales". En el Iberoamericano, las aspiraciones son "estar en la final y, si es posible, conseguir una medalla", comenta la granadina.

Precisamente la clasificación para el europeo de Berlín pareció costarle a la bicampeona de España. Sin embargo, asegura que "siempre confié en que iba a salir la mínima", aunque reconoce que "se hizo de rogar por temas personales, estaba un poco mala y justo me pillaba en campeonatos". Pese a todo, Bueno defiende que "sabía perfectamente que iba a conseguir la mínima porque los entrenamientos cantaban por sí solos, que estaba para el 52 y poquito pero no salía por circunstancias".

Ahora restan dos semanas para la competición en Alemania. Durante este tiempo afirma que continuará "entrenando como hasta ahora, aunque vamos a meter un poco más de carga". De este modo, confía en "llegar lo mejor posible" al campeonato para el que tanto le costó clasificarse.

Tras un año brillante en lo deportivo, la velocista granadina confiesa que "no entro en mí de felicidad, estoy que no me lo creo". Sin embargo, también reconoce que "como es una detrás de otra, no me da tiempo ni a saborear el triunfo", por lo que opina que, "cuando termine la temporada y piense en todo lo que he hecho, no me lo voy a creer". "El objetivo era revalidar títulos, el récord de 600 fue algo espontáneo que decidimos de probar y al final salió, no puedo pedir más", cierra la atleta.

Si uno de sus logros ha sido especial este año, ese es la consecución del récord en los 600 metros, algo que "parecía que estaba predestinado, fue hace 25 años y tengo 25 años". En ese momento, cuenta la granadina que le invadió una felicidad mayor que cuando logró los récords de 500 y 300 metros. Además, esta marca le ha abierto "las puertas a un futuro de cara a los 800 metros".

Aunque sí coincide en que podría decirse que es su mejor año, recuerda que "el año pasado tenía otros objetivos que también los conseguí". "Llevo 3 años muy buenos en los que las lesiones me están respetando, cada año me pongo unos objetivos y esos objetivos se consiguen", cuenta orgullosa de sus hazañas para explicar que prefiere pensar en tres años a un gran nivel antes que un único mejor año.

Con todos estos logros, es inevitable mirar de reojo a la gran fecha que cada vez se aproxima más: los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. La granadina reconoce que "es mi único objetivo, todo esto son pasos para llegar a él". Además, afirma ser consciente de la importancia del próximo año, pues "es el decisivo en cuanto a tirar a una prueba a otra, o seguir en 400 o probar en 800 por si de cara al futuro está más asequible conseguir la mínima para Tokio o pensar en unas semifinales o final de unas Olimpiadas, son cosas que tengo que pensar con mi entrenador". "Espero llegar a ese objetivo primordial", expresa a modo de cierre, casi como si fuese una promesa, Laura Bueno, la granadina que conquistó España a golpe de carrera.