Le piden cárcel acusado de estafar a dos ganaderos a los que compró más de 800 animales
El procesado está acusado de un delito de estafa y otro de falsedad en documento mercantil, por los que será juzgado el próximo día 7 de noviembre en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Granada
La Fiscalía de Granada ha solicitado una condena de dos años y medio de prisión para un hombre, de iniciales D.G.G., acusado de estafar a dos ganaderos a los que compró un total de 845 animales, por importe de 57.700 euros, sin abonar esa cantidad, ya que simuló el pago mediante transferencia con un número de cuenta que no correspondía a ninguna sucursal bancaria.
El procesado está acusado de un delito de estafa y otro de falsedad en documento mercantil, por los que será juzgado el próximo día 7 de noviembre en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Granada.
Según consta en el escrito de acusación provisional del Ministerio Público, al que ha tenido acceso Europa Press, los hechos se remontan al 21 de octubre de 2009, cuando el inculpado, "con ánimo de obtener un ilícito beneficio patrimonial", acordó con el primero de los ganaderos la compra de 550 corderos de su propiedad por importe total de 38.242,65 euros, y "con igual ánimo", en fecha 22 de octubre de 2009, acordó con otro la compra de 295 borregos por importe total de 19.579 euros.
En ambos casos, el acusado concertó con los vendedores como fecha de entrega de las reses el día 26 de octubre del mismo año, y los ganaderos cargaron los animales en un vehículo con semirremolque que estacionaron en el parking sito en Venta Vicario, en el partido judicial de Guadix, hasta la confirmación del pago.
Para la acreditación del pago, el procesado en la mañana del día 27 de octubre de 2009 remitió a las sucursales de CajaGranada de las localidades de Moreda, en Granada, y Huesa, en Jaén, donde los ganaderos habían domiciliado el precio estipulado, sendos faxes con documentos reales de transferencia bancaria de la entidad BBVA rellenados mecánicamente sin firma y sello y con un número de cuenta no correspondiente a ninguna sucursal del banco, que fueron enviados por él a través de un estanco de Granada.
Logró así que el pago pareciera real, y consiguió la entrega efectiva de las cabezas de ganado compradas sin abonar su precio.