Ley de Bienestar Animal: "Hay vecinos que no están de acuerdo en mantener las colonias felinas"

Ayuntamientos granadinos afirman que existen "diversidad de opiniones" entre los vecinos y denuncian el "alto coste" que conlleva esta ley

Colonia de gatos en Granada
Un cartel anuncia la existencia de una colonia felina en Granada | Foto: Antonio L. Juárez
Paco García
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En España, según datos de la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos para Animales de Compañía (ANFAAC), hay más de 29 millones de mascotas. El abandono o la falta de identificación son algunos de los problemas más frecuentes con ellas.

Con el fin de solventar esta situación, el Gobierno publicaba en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la Ley de Bienestar Animal, que entró en vigor en septiembre de 2023.

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Esta ley afecta directamente a todos los ayuntamientos, pues ellos mismos corren con los cargos de tener controladas las colonias felinas, para que los gatos no se reproduzcan de forma incontrolada. Además, deberán encargarse de esterilizarlos o de acoger a perros que estén abandonados.

En GranadaDigital nos hemos puesto en contacto con los ayuntamientos de Armilla y Jun, que han explicado de primera mano cómo están gestionando esta situación sin haber recibido aún subvenciones por parte del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030.

Con esta ley, las colonias felinas han de estar bien identificadas y señalizadas, lo que conlleva un coste adicional para los consistorios.

El concejal de Medio Ambiente de Armilla, Raúl García, señala a este medio que, además de todo ello, hay que tener alimentación para los animales. "Poseemos unos equipos preparados, son una especie de cajetas grandes, donde se les mete la comida y el agua para que estén protegidos de la intemperie, tanto del calor como del frío". Además, los ayuntamientos necesitan un local o recinto donde alojar a esos animales en caso de enfermedad, para que "puedan estar tratados y una vez recuperados, vuelvan a su colonia de origen".

El coste de la Ley de Bienestar Animal para los ayuntamientos

Los ayuntamientos se apoyan en acuerdos con asociaciones o empresas para que les aporten en su control de colonias. En Jun, el concejal de Asuntos Sociales, Salvador Serrano, destaca que, a día de hoy, "no tenemos ni partida presupuestaria", ni pueden desarrollar la actividad de señalización de colonias felinas o castración. "Es una actividad que hasta que no llegue en septiembre, y las dos subvenciones que hemos solicitado -una al Ministerio de Derechos Sociales y otra a la Diputación de Granada-, dinero para destinarlo a la castración de gatos no tenemos. Solo tenemos dinero porque sí existe la partida presupuestaria para animales abandonados”.

“El día que nosotros tengamos una partida presupuestaria que se pueda generar en función a la cantidad de economía que nosotros tenemos, estamos hablando de unos 15.000 o 20.000 euros al año, destinados a la castración de gatos. Será un desembolso que se hará de una vez, luego irá a menos”, asegura Serrano a GranadaDigital.

Gato de una colonia felina | Foto: Antonio L. Juárez

Por otra parte, en Armilla trabajan junto a la asociación ‘Colonias Felinas de Armilla’, y hacen una subvención. "Le damos de 5.000 euros para que ellos vayan castrando. Aparte, le suministramos el pienso para la alimentación de estos animales y ahí van otros 15.000 euros anuales".

El gasto no queda ahí, pues además de ello, el municipio armillero posee una nave de mantenimiento que se ha entregado a la asociación. "Ahí tenemos recintos de agua, de tubos... La instalación requiere también un mantenimiento. Nos estamos preparando para buscar una especie de caseta de madera para que tengan un recinto mayor, y eso tiene un coste de unos 30.000 euros", asegura García.

Todo ello, sin contar con los gastos médicos de los animales que enferman, que corren a cargo del consistorio, que cifra el coste global en unos 50.000 o 60.000 euros solo en Armilla.

Ninguna subvención para los ayuntamientos

A día de hoy ninguno de los ayuntamientos ha recibido subvención alguna por parte del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030. El órgano que dirige el ministro, Pablo Bustinduy, ha publicado dos convocatorias para subvenciones de control de colonias felinas en 2023 y 2024, aunque eso no asegura tener acceso a ellas.

“Armilla no la solicitó en 2023, pero este año sí. Hemos presentado un estudio con todos los gastos previstos, así como los proyectos que tenemos previstos a hacer con ellos y podríamos decir que el concurso es competitivo, pues tiene una cantidad y se distribuye entre los distintos solicitantes", señalan desde el Ayuntamiento de Armilla.

En Jun no pudieron acogerse a la primera convocatoria, pues no contaban con una ordenanza municipal que regulase el 'Método CER', aunque afirman que ya sí se encuentra regulado.

"Ahora necesitamos adoptar en nuestra partida presupuestaria, una cantidad que permita que nosotros podamos empezar a castrar gatos. Todo eso se tiene contemplado, porque, medios económicos no tenemos. La Diputación de Granada nos proporcionó una subvención, y nos darán respuesta en septiembre". Serrano cuenta que la correspondiente al ministerio, la solicitaron a través de un proyecto que presentaron con la intención de poder cubrir a a todos los gatos relacionados con las colonias felinas, pero no nos la otorgaron", lamenta.

El método CER

El 'Método CER' es captura, esterilización y retorno. A los gatos en las colonias los ponen en jaulas, los capturan, y los llevan al veterinario. Los esterilizan, y una vez recuperados, los retornan a la colonia donde han sido capturados.

Ejemplar de una colonia felina | Foto: Antonio L. Juárez

Además, hay personas que están autorizadas para alimentar a los animales. Las personas que alimentan a estos animales, están formados especialmente para realizar esta labor. En las distintas señalizaciones de las colonias felinas, los consistorios destacan la importancia de que "no haya personas ajenas que no sean cuidadores oficiales que interfieran en el cuidado de estos gatos, ya que existen voluntarios para ello" y, además, puede arriesgarse a una multa económica.

Gracias al convenio que Jun tiene con el Colegio de Veterinarios, podemos contar con un colectivo de personas que quieren dar a comer, como voluntarias a las colonias felinas", afirma Serrano".

Los perros también tienen coste para los ayuntamientos con la Ley de Bienestar Animal

Las colonias felinas son el tema que más abarca en la Ley de Bienestar Animal, aunque los perros y otros animales también tienen un coste para los ayuntamientos.

Por los perros, los ayuntamientos están obligados a pagar por un día en la perrera. “En Armilla hemos estado pagando facturas de aproximadamente unos 280 o 300 euros”.

Desde el consistorio estuvieron pensando en alguna solución, y por ello colaboran con una asociación de Salobreña. Ellos se encargan de la recogida de los animales que se encuentran deambulando en el municipio armillero y los cuidan en su refugio de la Costa.

Armilla se encarga de esa manutención. “Se ocupan de todo, les hacen todas las pruebas necesarias, que son obligatorias".

Uno de los casos más sonados en Granada fue el de 19 perros de los que tuvieron que hacerse cargo el Ayuntamiento de Quéntar. Ocurrió tras el ataque de los canes a su dueño en un cortijo en la entrada de Quéntar.

Fuentes cercanas al consistorio denuncian a este medio que esto supone "muchísimo gasto y trabajo, carecemos de recursos para esto. El gasto, por perro, es de unos 16 o 18 euros".

División de opiniones por las colonias felinas

En ambas localidades, hay división de opiniones en cuanto a mantener las colonias felinas y el gasto que supone la Ley de Bienestar Animal.

De hecho, el Gobierno publicó un manual para la “gestión ética” de colonias felinas con el objetivo de avanzar hacia “una reducción drástica a medio plazo de las poblaciones felinas en libertad”, tal y como establece dicha ley.

Esta guía insta a crear en cada municipio la figura de un mediador que se encargue de resolver los conflictos derivados de la gestión y el cuidado de las colonias, especialmente entre voluntarios, administraciones y vecinos.

Ejemplar de una colonia felina | Foto: Antonio L. Juárez

En Armilla, por ejemplo, sí han recibido muchas quejas vecinales sobre las colonias felinas. “Hay gente que no está de acuerdo de tener cerca una colonia felina o no está de acuerdo en que el ayuntamiento se haga cargo del mantenimiento de esos gatos, que dicen que no tienen por qué pagar eso, pero la ley nos obliga. Nos limitamos a cumplir la ley y poco más, y a solicitar las ayudas que nos ofrecen y esperemos que nos las otorguen", señala a este medio Raúl García.

En Jun, Salvador Serrano destaca que se reunieron con colectivos para "suavizar" la situación. "Hay malestares, porque aquí hay vecinos que quieren gatos, y otros que no. En ese momento, empezamos a desarrollar la subvención municipal, con la que estuvimos por casi un año trabajando. Y, a la misma vez, se fue creando el 'Método CER'.

En este municipio granadino intentan que las colonias felinas no proliferen. Por eso, desde el ayuntamiento, "tenemos que dar una autorización para los voluntarios que quieran ayudar. Necesitan una autorización por parte del consistorio, ya que se las puede penalizar porque se pueden crear colonias porque sí".







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