Llanto innecesario de Abelardo
Llorar por decisiones arbitrales erróneas es lícito en equipos pequeños, en clubes que se juegan seguir o no en Primera, en entidades que incluso pueden desaparecer si su siguiente camino es la División de Plata. Los aficionados del Granada bien lo sabemos, que en estas cinco temporadas en mas de una, dos y tres ocasiones hemos salido escaldados. Los colegiados españoles tiene un nivel medio elevado, pero igual que el delantero falla un gol a puerta vacía y el defensa se mete un tanto en propia puerta, los trencillas también fallan.
Las contundentes declaraciones de Abelardo tras el Granada-Sporting, “tenemos 111 años de historia. Somos el equipo de los guajes. No hemos podido fichar y hoy ha sido un escándalo. Que me metan 50 partidos. Me da igual. Ha sido una vergüenza. Los críos están llorando en el vestuario. Hoy nos han robado” son comprensibles pero no le van a servir de nada. Llorar desde la posición de inferioridad no le va a dar la permanencia. Abelardo ha jugado muchos años en Primera, en un gran club como el Barcelona, y sabe que en una temporada, un equipo logra o no sus objetivos por méritos o deméritos propios, no por los colegiados.
La realidad es que si los asturianos se fueron de vacío de Los Cármenes es porque el Granada mereció llevarse la victoria, y no porque Estrada Fernández se equivocara en un milimétrico fuer de juego inexistente o picara con la astucia de Barral en el penalti. Señor Abelardo, mejor céntrese en sacar a su equipo de la zona de descenso y no en los colegiados. En Granada nos han quitado muchos puntos en todos estos años en Primera y no recuerdo ni un solo sollozo por ello. Siga ese camino estimado Abelardo. Le irá mejor.