La innovadora terapia para pacientes con acúfenos que llega a Granada
El doctor granadino Juan García-Valdecasas Bernal detalla en qué consiste este avance para esta afección auditiva que afecta a más de seis millones de españoles
Los acúfenos, sonidos percibidos por los pacientes sin que exista una fuente externa que los genere, entre los que predominan los pitidos, zumbidos o grillos, son un síntoma muy frecuente en la población general, que afecta significativamente a la calidad de vida, dificultando el sueño, la concentración y la salud mental. Se estima que alrededor del 20% de la población sana puede padecerlos a lo largo de su vida. “Este porcentaje puede parecer excesivo porque no hay tantos pacientes en nuestras consultas. La mayoría de personas que padecen acúfenos dejan de escucharlos a las pocas semanas de manera espontánea y sin necesidad de tratamiento. Por el contrario, el 1% de los pacientes presenta acúfenos incapacitantes, que alteran su vida, les genera ansiedad, depresión y modifica su manera de vivir y solicitan ayuda especializada.
Por suerte, el conocimiento científico de los acúfenos se ha disparado en los últimos 15 años y hoy día conocemos las causas, los factores que modifican su percepción y tenemos evidencias sobre el beneficio de diversos tratamientos”, comenta a GranadaDigital el doctor Juan García-Valdecasas Bernal, doctorado por la Universidad de Granada, que es actualmente el coordinador del área de Audiología, Otología y Base de Cráneo Lateral del Hospital Universitario Virgen de las Nieves. Para abordar esta problemática, llega a Granada una terapia innovadora que combina la estimulación eléctrica con sonidos personalizados para reducir la percepción de los acúfenos y mejorar la calidad de vida de quienes los padecen.
Son múltiples las causas por las que se producen los acúfenos, pero “cualquiera que provoque una pérdida de audición de instauración brusca puede provocar la aparición de acúfenos”, según explica el doctor Juan García-Valdecasas. “Esto no es nuevo, y muchos hemos experimentado la aparición de acúfenos ante la exposición música fuerte o incluso detonaciones. También cuando hemos sufrido un tapón de cera o una otitis. Pero hay otras muchísimas causas de pérdida auditiva. La pérdida de audición brusca modifica rápidamente la manera en que las neuronas de la vía auditiva transmiten la información hacia el cerebro, estas se excitan y generan errores que son finalmente el acúfeno. En este sentido, el acúfeno es un síntoma más derivado habitualmente de la pérdida de audición”, señala.
Para tratar los acúfenos, la terapia innovadora que se ha puesto en marcha se llama ‘Lenire’ y consiste en “estimular y favorecer la neuroplasticidad de las neuronas de la vía auditiva”, tal y como explica el doctor Juan García-Valdecasas. “Es una técnica que utiliza una estimulación simultánea, de la vía auditiva y del nervio trigémino, favoreciendo la neuromodulación y la neuroplasticidad. Ambas terapias ya se utilizaban con cierto éxito, pero es ahora cuando podemos utilizarlas de manera simultánea con un formato accesible a la población general, gracias a los avances de la tecnología”, indica. Esta terapia ha demostrado que es efectiva mediante ensayos clínicos y ayuda a las personas con acúfenos. Por ello, se ha puesto en marcha el primer dispositivo aprobado por la FDA - Administración de Medicamentos y Alimentos de EEUU- para el tratamiento clínico de los acúfenos, que también ha obtenido el sello CE europeo para su venta y distribución como dispositivo médico. “Por lo tanto, es el primer dispositivo que obtiene el respaldo de las autoridades sanitarias para el tratamiento específico de los acúfenos”, remarca el doctor granadino.
Este nuevo dispositivo lo pueden utilizar los pacientes que cumplan “unos requisitos clínicos” tras ser “estudiados minuciosamente” y serán asesorados a la hora de utilizarlo y “acompañados de manera estrecha durante el tratamiento, que puede durar varios meses meses”, según comenta Juan García-Valdecasas. “Durante el proceso de tratamiento, al paciente le surgen dudas, inquietudes y puede experimentar ligeras fluctuaciones, que deben ser seguidas por el equipo multidisciplinar responsable del tratamiento”, añade.
El dispositivo ‘Lenire’ utiliza “una estimulación bimodal simultánea” y “al mismo tiempo, utiliza unos auriculares y una placa de electrodos apoyada en la punta de la lengua”. El otorrinolaringólogo del Hospital Virgen de las Nieves detalla que los auriculares “de alta gama administran una terapia sonora, especialmente diseñada para el tratamiento de los acúfenos y la placa de electrodos estimula con pequeñas corrientes eléctricas, diferentes áreas de la lengua”. “Existe un emparejamiento entre las frecuencias del sonido administrado y los electrodos de la placa. Pero los estímulos auditivos y eléctricos se envían con un orden determinado. Generalmente, se utilizan programas de estimulación que hacen coincidir ciertos momentos del estímulo sonoro con los estímulos eléctricos. Esto es todo un reto que la tecnología ha conseguido solventar. El tratamiento se utiliza durante una o dos horas al día permitiendo al paciente realizar su día a día de manera habitual”, expone.
Hay una serie de terapias que ayudan al tratamiento de los acúfenos y otras que no. “Si el acúfeno está provocado por una enfermedad tratable con fármacos o cirugía, se debe optar por el tratamiento de la causa para eliminarla. Así, se tratan los tapones, las otitis y sus secuelas, las alteraciones de los huesecillos del oído medio, pequeños tumores, etc. Si la causa no es tratable con fármacos o cirugía, se abre un escenario totalmente diferente. Aquí es donde ‘Lenire’ tiene su principal indicación. Hasta la fecha, antes de la introducción de ‘Lenire’, los pacientes han sido tratados con múltiples terapias, pero actualmente solo ha demostrado eficacia científicamente la estimulación auditiva y la terapia cognitivo conductual, un tipo de terapia psicológica, en situaciones particulares. El uso de fármacos - Ginkgo biloba, melatonina, zinc y otros suplementos dietéticos- están fuertemente desaconsejados por las guías de la práctica clínica”, explica el doctor granadino.
Los estudios actuales muestran la mejoría de los pacientes desde el mismo inicio del tratamiento, “mejorando paulatinamente y estabilizando los resultados a las 12-18 semanas”, aunque algunos pacientes dejan de utilizar el tratamiento tras alcanzar el objetivo en los primeros cuatro meses de tratamiento, pero muchos se sienten cómodos utilizando el dispositivo durante más tiempo, ya que combina la estimulación eléctrica con sonidos personalizados para reducir la percepción de esos pitidos o zumbidos y mejorar así la calidad de vida de quienes los padecen.