Lleno en el Teatro Isabel La Católica para ver al Dhafer Youssef | Galería
Dhafer y su grupo recorrieron las piezas grabadas en su último álbum, Diwan Of Beauty And Odd (Okeh 2016)
Anoche tuvo lugar, en el Teatro Isabel La Católica, la apertura de la quinta jornada del 37 Festival Internacional de Jazz de Granada, de la mano de Dhafer Youssef y su cuarteto.
Pasadas las nueve de la noche, el tunecino compareció en el escenario acompañado de sus colegas, Aaron Parks en el piano, Justin Faulkner en la batería y Ben Williams al contrabajo. Colocado en el centro de las tablas, iluminado por una tenue luz y junto a su inseparable laúd, Dhafer abrió el concierto envolviendo el teatro con su voz al desnudo, cargada de misticismo y evocando paisajes lejanos para, acto seguido, arrancar la solemnidad del momento con la fuerza del ritmo que comenzaron a marcar sus compañeros, arrastrando a todo el público tras su sonido arrollador.
A lo largo del show, Dhafer y su grupo recorrieron las piezas grabadas en su último álbum, Diwan Of Beauty And Odd (Okeh 2016) dibujando escenas cargadas de liricismo, emotividad, luminosidad y espiritualidad, combinando la tradición tunecina con la vanguardia negra, volando con su laúd sobre los ritmos que tejían sus compañeros grupo.
Durante la actuación, Dhafer no sólo ejerció de cantante y laudista, también de leaderband y de maestro de ceremonias, interactuando constantemente con sus compañeros, con el público, dando instrucciones a los técnicos de sonido, apartando y volviendo a colocar su taburete frente al micrófono, bailando y demostrando que en el escenario es un torbellino incontenible.
En la sesión no faltaron las bromas hacia el público por parte de Youssef, las referencias a la situación política actual y, algo anómalo en este festival, la exigencia por parte del laudista de que el público se levantase de sus butacas y arrancara a bailar.
Dhafer Youssef y su banda proporcionaron una noche que recorrió un amplio espectro de emociones, momentos cargados de fragilidad y de emotividad, de fuerza y de energía, de dinamismo y de humor. Todo ello provocó que los asistentes al Teatro Isabel La Católica acabasen rendidos a sus pies pasadas las diez y media de la noche, entre ellos, sus colegas de profesión y encargados de la jornada del festival de esta noche: los miembros del San Francisco Jazz Collective.
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