López reitera que los retrasos en el desmontaje de la vía de ADIF han motivado el aplazamiento del funcionamiento del metro de Granada
El consejero afirma que se ha atendido la solicitud de prórroga de los instaladores de sistemas para preservar elementos claves en la operación
El consejero de Fomento y Vivienda, Felipe López, ha informado en sede parlamentaria que el aplazamiento de la puesta en servicio del metro de Granada en tres meses, hasta marzo de 2017, tiene su origen en los retrasos del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) para el desmantelamiento de la vía férrea de la estación de ferrocarriles de Avenida de Andaluces, operación imprescindible para ejecutar la plataforma del metro que se cruza con dicha línea ferroviaria.
Felipe López ha indicado que el paso del metro ligero por la Estación de Ferrocarriles de Avenida de Andaluces, en la capital granadina, ha constituido el paso crítico para la culminación de esta actuación, y que el objetivo del programa de trabajo inicial establecía que en noviembre del pasado 2015 debería haber quedado desmontada y despejada la playa de vías, en el punto del cruce con la plataforma del metro ligero.
“Sin embargo, los problemas del ADIF con su contratista para la obra del AVE en este mismo emplazamiento han impedido cumplir ese calendario” y, de hecho, la Junta de Andalucía, con el propósito de despejar estos problemas y culminar la obra civil, hito que se produjo en julio de este año tras la última soldadura de vía, asumió la contratación de la modificación del enclavamiento de vía (señalización) de la línea férrea, con un gasto de 390.000 euros, para desbloquear así la operación de desmantelamiento de la vía del tren.
El consejero ha reiterado que una vez culminada la obra civil en julio, las empresas de suministro de los sistemas de energía, así como de señalización ferroviaria y comunicaciones, podían abordar sus trabajos, consistentes en la instalación de la línea eléctrica, así como de las redes que garantizar el funcionamiento de la señalización ferroviaria y las comunicaciones en el metropolitano. A partir de esa fecha, ha añadido López, desde la Consejería se ha intentado que las empresas de estos sistemas absorbieran los retrasos derivados del desmontaje de la vía por ADIF, pero el 28 de octubre ambas empresas remitieron un escrito oficial solicitando la prórroga de sus contratos y ampliación de plazos. En concreto, la empresa del sistema de energía reclama aplazar desde octubre a diciembre del presente año la terminación de su actuación, mientras que el contratista de los sistemas de señalización y comunicaciones ha solicitado prolongar de diciembre del presente año a marzo la finalización de las tareas para la puesta en servicio comercial del metro ligero.
“Ante esta tesitura, y pese a nuestra intención de que ambos contratista absorbieran al máximo los retrasos de la obra civil para poder poner en servicio el metro en diciembre de este ejercicio, hemos asumido desde la Junta que no podemos poner en riesgos elementos claves, como la seguridad ferroviaria, para el funcionamiento del metropolitano”, indicó López.
El consejero ha asegurado que este retraso de tres meses “no desvirtúa esta gran obra ni a su beneficiosa repercusión en la movilidad del área metropolitana”, y que, entre otros efectos, permitirá retirar de la circulación rodada casi tres millones de coches al año, contribuyendo además a la modernización de las ciudades beneficiadas por la línea de metro ligero.
López, que ha expresado su compromiso de desplazarse a Granada para explicar a los cuatro alcaldes y a las organizaciones empresariales los motivos de los nuevos plazos del metro, ha puesto en valor que Andalucía constituye la comunidad autónoma con una mayor apuesta simultánea en la construcción de metros ligeros y tranvías en el conjunto del Estado, con una inversión agregada prevista de 2.600 millones de euros en todos estos sistemas de transportes.
El metro de Granada discurrirá por los municipios de Albolote, Maracena, Granada y Armilla, y tendrá un recorrido total de 15,9 kilómetros (el 83% en superficie), con 26 estaciones y paradas. La población servida (residentes a menos de 500 metros de una estación) será de 133.636 personas, con una demanda que oscilará entre los once millones de viajeros en su primer año completo de explotación comercial y los 13 millones de usuarios del tercer ejercicio. La flota de trenes ligeros está compuesta por 15 unidades.