Los adolescentes beben menos refrescos cuando hay advertencias sanitarias

Este trabajo tiene implicaciones importantes para las políticas que se están considerando en varios estados y ciudades estadounidenses de exigir que las bebidas azucaradas lleven etiquetas de advertencia sanitaria

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FOTO: FLICKER/ XAVI TALLEDA
E.P.
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Los adolescentes son más de un 15 por ciento menos propensos a decir que comprarían refrescos y otras bebidas azucaradas que incluyen etiquetas de advertencia sanitaria, según un nuevo estudio dirigido por investigadores en el Centro de Incentivos Salud y Comportamiento Económico en la Escuela Perelman de Medicina de la Universidad de Pennsylvania, Estados Unidos.

El estudio se basa en una investigación publicada por el equipo a principios de este año, que mostró que los padres eran menos propensos a seleccionar las bebidas azucaradas para sus hijos cuando tienen etiquetas de advertencia sobre los peligros del azúcar añadido, el cual puede contribuir a la obesidad, la diabetes y la caries dental.

El nuevo trabajo, que se publica en 'American Jorunal of Preventive Medicine', tiene implicaciones importantes para las políticas que se están considerando en varios estados y ciudades estadounidenses de exigir que las bebidas azucaradas lleven etiquetas de advertencia sanitaria.

"El adolescente promedio en Estados Unidos consume al menos una bebida endulzada con azúcar todos los días, lo que podría representar más del doble de la dosis diaria recomendada de azúcar", afirma la autor principal, Christina Roberto, profesora asistente de Ética Médica y Política Sanitaria en la Escuela de Medicina de Perelman, en la Universidad de Pensilvania, Estados Unidos. "La tasa de consumo de azúcar en Estados Unidos es asombrosa y contribuye significativamente a la obesidad, la diabetes tipo 2 y otras enfermedades peligrosas y costosas", añade.

En el estudio, los investigadores emplearon una encuesta digital para medir las selecciones de bebidas por parte de más de 2.000 participantes de 12 a 18 años de edad y de diversos orígenes. Las bebidas incluidas eran sin etiqueta o con una de cinco etiquetas de advertencia: uno que incluye el contenido de calorías y cuatro que presentan una variación del texto de advertencia.

En general, el 77 por ciento de los participantes que no vieron ninguna etiqueta dijeron que seleccionarían una bebida azucarada en una hipotética tarea de elección. Las etiquetas de advertencia indican que el consumo de bebidas azucaradas contribuye a la obesidad, la diabetes y la caries dental, con ligeras variaciones terminológicas, como haciendo hincapié en que estas patologías son "enfermedades prevenibles" o aclarando que el consumo de bebidas azucaradas contribuye a "la diabetes tipo 2".

UN 16 POR CIENTO MENOS DE POSIBILIDADES DE ELEGIR ESTAS BEBIDAS

Dependiendo de la redacción específica de las etiquetas de advertencia, los participantes presentaban entre un 8 y un 16 por ciento menos de probabilidades de seleccionar las bebidas azucaradas cuando las etiquetas de advertencia sanitaria estaban presentes en comparación con cuando no había ninguna etiqueta de advertencia.

Los autores señalan que las etiquetas de advertencia también contribuyeron a que los adolescentes entendieran los efectos potencialmente negativos sobre la salud del consumo regular de bebidas azucaradas, con aquellos que vieron las etiquetas siendo más propensos a comprender que estas bebidas no contribuyen a un estilo de vida saludable. Además, la mayoría de los participantes (62 por ciento) dijo que apoyaría una política de etiquetado de advertencia para las bebidas azucaradas.

"La influencia de las etiquetas de advertencia en las intenciones de compra de los adolescentes en este estudio pone de relieve la necesidad de información nutricional en el punto de compra para ayudar a las personas a tomar decisiones más saludables", sentencia el coautor Eric M. VanEpps, investigador postdoctoral en el Centro de Incentivos Salud y Economía del Comportamiento de la Facultad de Medicina de Perelman en la Universidad de Pensilvania.