Los agricultores de Burkina Faso hacen frente al cambio climático gracias a la radio y el móvil
Alrededor del 10% de la población sufre hambre crónica, casi el 50% vive en la pobreza y la mayoría son analfabetos
El cambio climático ha producido un "aumento en la incertidumbre en los países del Sahel", explica Gabriel Pons, asesor de proyectos de desarrollo económico en Oxfam Intermon a Europa Press. "No es que llueva menos es que no sabes cuándo va a llover ni durante cuánto tiempo", añade. Por ello, la ONG ha puesto en marcha numerosos proyectos en la zona para que los agricultores no pierdan su modo de vida. Dos de ellos se llevan a cabo en Burkina Faso uno de los países más pobres del mundo y utilizan la tecnología para que la población pueda llegar a ser autosuficiente.
Según datos de la ONG, el país africano cuenta con 18 millones de habitantes y el 80 por ciento vive de la agricultura y la ganadería. Además, alrededor del 10 por ciento de la población sufre hambre crónica, casi el 50 por ciento vive en la pobreza y la mayoría son analfabetos. Por ello, las dos herramientas que se han elegido para llevar a cabo los proyectos son los móviles y la radio. El primero de ellos, busca mejorar la recolección y venta de los cereales de los pequeños agricultores, y el segundo, aconseja a los campesinos cuándo es el mejor momento para sembrar y qué tipo de semilla es la más conveniente gracias a la información meteorológica.
En el caso de la venta y recolección de cereales, Pons explica que lleva en marcha poco más de seis meses y que, a pesar de que aún no han hecho un primer balance definitivo, "los primeros resultados son prometedores". El proyecto es sencillo. Los agricultores están organizados por federaciones que cuentan con bancos de cereales a donde venden sus cosechas. Los bancos intentan mantener un nivel suficiente de alimentos durante todo el año, incluso en época de escasez. El problema principal, según explica Pons, es la dificultad de mantener el contacto entre las distintas federaciones y así tener información sobre qué nivel de stock de grano tienen.
Por otro lado, en estos países, la Reserva Nacional de Grano suele liberar cereal en el mercado durante la época de escasez para aumentar la disponibilidad sin tener en cuenta las necesidades de cada zona. "Esto hace que muchas veces los bancos de cereales que han hecho acopio de grano vean devaluarse el precio del grano porque el Estado ha liberado mucho", añade el experto de Oxfam.
Por ello, el proyecto impulsado por la ONG es clave para no desperdiciar el grano ni devaluar el trabajo de los agricultores. Así, cada federación cuenta con unas cuantas personas de referencia que tienen teléfono móvil y a través de un sistema de voz con preguntas pregrabadas, cada banco de cereales puede informar sobre el número de sacos que tiene en el almacén tanto a las otras federaciones como a la Reserva Nacional. "Hemos apostado por este sistema ya que la tasa de analfabetismo es muy alta --continúa Pons--. Deben de contestar oralmente ya que muchos no sabrían ni pulsar las cifras indicadas en los teclados".
Actualmente, el proyecto está en marcha en una federación en Níger, otra en Burkina y dos en Mali, y está en proceso de evaluación para analizar su posible expansión a otros países de la zona. "La idea es que gracias al trabajo conjunto con la contraparte de ahí, la ONG Moriben, y Grimmet, la organización encargada de la financiación, se acabe traspasando el proyecto a los sistemas nacionales y sea el Estado quien lo gestione y coordine la información de los bancos de cereales", concluye Pons.
LOS HOMBRES DEL TIEMPO EN WAPASSI
El proyecto Braced, impulsado por Oxfam Intermón junto a otros organismos nacionales, cuenta con numerosas iniciativas cuyo objetivo es ayudar al desarrollo social de las comunidades y mitigar los efectos del cambio climático, sobre todo entre las familias más vulnerables.
Una de las iniciativas que forman parte de Braced consiste en utilizar la radio, precisamente, para facilitar información meteorológica con mensajes fácilmente comprensibles para que la población pueda elegir cuándo es el mejor momento para sembrar, qué tipo de semilla es la más adecuada y también para estar preparados ante la llegada de inundaciones o fuertes lluvias. El proyecto se lleva a cabo en cuatro provincias de Burkina Faso.
Nabonswendé, uno de los beneficiarios de este programa, vive en la comunidad de Wapassi, tiene 34 años, dos mujeres y siete hijos. El campesino recuerda que cuando era pequeño llovía mucho con regularidad y nunca de forma violenta por lo que sus cosechas llegaban a madurar. "Actualmente puede llegar a llover mucho y de forma muy rápida durante un mes y dejar de llover durante mucho tiempo, lo que provoca que perdamos las cosechas", afirma.
Hace casi siete años, en julio de 2010, unas terribles inundaciones arrasaron las cosechas, los graneros e incluso el ganado. La familia de Nabonswendé tuvo que alojarse en la escuela ya que incluso su casa había sufrido desperfectos.
Ahora, junto con cuatro personas más del pueblo, forma parte del Comité de Alerta Temprana. Cada día a las 20.00 horas enciende la radio para escuchar las previsiones meteorológicas de los próximos días. Gracias a la formación que reciben los miembros del comité, son los encargados de aconsejar a la población sobre cómo trabajar el campo durante las próximas jornadas. Así, Nabonswendé se ha convertido en un referente para la población: "El pueblo cada vez confía más en nuestras informaciones y ya desde hace algún tiempo no pasa un día sin que la gente venga a preguntarme sobre el clima".
Desde que forma parte del comité y tienen acceso a la información meteorológica, Nabonswendé asegura que la comunidad se ha transformado ya que pueden proteger la cosecha. "Con formación e información podemos hacer frente a un clima impredecible", afirma.